Importadores y exportadores reclaman precisiones al Gobierno. Del asombro por la rapidez con que se desreguló el comercio exterior, se pasó rápidamente a la incertidumbre. Persisten preguntas con el bono para importadores, con la disponibilidad de dólares para pagar a proveedores, con el padrón que comenzó a hacer el Gobierno e incluso con el SEDI
Los operadores del comercio exterior argentino no alcanzan a salir de su asombro por la rapidez en que se han tomado decisiones desde el Gobierno nacional que impactan de modo directo y de modo indirecto en su labor cotidiana, ya sea la exportación de bienes o servicios, la importación, el despacho de productos, etc. Esto más allá de la valoración sobre esas medidas, en general bienvenidas por un sector que venía reclamando atención preferencial de las autoridades desde hace años.
Por supuesto, quienes sí quedaron gravemente castigados por el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei y sus ministros, vigente desde el pasado viernes, son los despachantes de Aduana. La normativa que pone en marcha la desregulación del comercio exterior argentino, suprimiendo una gran cantidad de resoluciones, normas e incluso leyes, eliminó la exigencia de operar importaciones o exportaciones con el auxilio de un profesional especializado.
El mismo viernes, el Centro Despachantes de Aduana de la República Argentina (CDA) presentó una demanda de amparo y cautelar ante el Juez en lo Contencioso Administrativo Federal, en contra del DNU. Ese mismo día, los importadores se reunieron con representantes del Gobierno, mientras que los exportadores siguen buscando interlocutor frente a una Administración que supuestamente los tiene en la primera línea de la agenda.
Importadores y exportadores
Los empresarios que basan su negocio en el ingreso o el egreso de mercaderías al país desde el interior, avisaron a través de la cámara que los agrupa, la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (Fecacera) que sus “equipos técnicos se encuentran abocados al análisis pormenorizado de la nueva estructura normativa” que rige la actividad.
“Existe una urgente necesidad de establecer reglas de juego claras y permanentes para el sector”, dijeron, pero hoy les “ocupa en lo inmediato el tratamiento de algunos aspectos específicos de la actual normativa para evitar impactos adversos”, avisaron, para luego precisar qué precisiones faltan según la materia.
● Importaciones: No termina de estar claro el esquema de solución para las deudas comerciales de privados con el exterior, contraídas en el marco de las restricciones de los pagos que hubo a lo largo del año y que aún persisten.
● Bono (BOPREAL). Sería una alternativa válida pero resolvería principalmente la situación de las grandes empresas y de las compañías multinacionales, de modo que es limitado. Deberían generarse más alternativas que sean accesibles a las pymes locales, que les permitan cumplir los compromisos contraídos en el menor tiempo posible y liberar las fuerzas productivas que hoy se encuentran condicionadas por esta problemática, precisaron desde Fecacera.
● Nuevo mecanismo (SEDI): Con plazo predeterminado, es positivo, pero faltaría todavía brindar alternativas para las pymes que se hayan consumido el crédito comercial, considerando las limitaciones financieras de este perfil de empresas y la importante función de redistribución de ingresos y generación de fuentes de trabajo de calidad que este sector genera.
● Derechos de exportación: Considerando que son un recurso de emergencia, falta todavía determinar fecha de finalización de los mismos. Y mientras existan, estructurarlos de forma tal que no quiten competitividad a la industria local, sino que promuevan el desarrollo de las economías regionales y de las cadenas de valor.
La Fecacera agrupa a una veintena de cámaras empresariales de exportadores e importadores de todo el interior nacional, incluyendo la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba.
La CIRA, a sus anchas
En paralelo, la Cámara de Importadores (CIRA) logró iniciar una mesa de trabajo con la Secretaría de Comercio de la Nación, luego de recibir en su sede una delegación oficial encabezada por Esteban Marzorati, subsecretario de Política y Gestión Comercial, y Carolina Cuenca, directora General de Comercio Exterior.
Luego de que los funcionarios explicaran a la dirigencia gremial empresaria los principales cambios para el sector introducidos por la actual gestión de gobierno. Precisaron que:
● El nuevo sistema SEDI, por el cual dejaron de estar en vigencia las licencias automáticas y no automáticas, está funcionando correctamente. Esto implica un avance importante respecto de cómo se estaban administrando las licencias. Lo central es fomentar la agilidad y la transparencia del proceso de importaciones, eliminando todos los controles burocráticos que tenía el sistema anterior. Además, la herramienta del sistema se centra en alinear el comercio exterior para que se cumplan los estándares de la Organización Mundial de Comercio.
● Creación de un Padrón de importadores: El objetivo de inscribirse es saber a ciencia cierta de qué valor es la deuda con el exterior. Conocer el monto real de la deuda permitirá desarrollar un cronograma hacia adelante para aquellos que no quieran ingresar al Bono Bopreal. Las políticas actuales no implican una desregulación absoluta, sino que el objetivo es que el Estado no interfiera en el futuro sobre las decisiones de los empresarios.
● El Gobierno tenía una urgencia de contar con reglas de juego claras, agilizar además las mercaderías que necesiten intervención de terceros organismos, aclararon los funcionarios.
● Pagos a proveedores: El siguiente paso consiste esencialmente en que los importadores comiencen a recuperar la certidumbre. El esquema general para cubrir el pago de las importaciones será en cuatro cuotas, un 25% a los 30 días, otro 25% a los 60 días, otro a los 90 y el restante a los 120 días. La calendarización irá siendo más laxa a medida que haya más reservas disponibles, se dijo.
● Funcionamiento del BOPREAL: los funcionarios invitaron a la CIRA a recoger todas las dudas y consultas respecto del mismo, para canalizarlas y derivarlas a las áreas correspondientes del Banco Central.
● Impacto en la actividad: Durante la reunión se expresó que la deuda con el exterior genera tensión en el mercado interno, produciendo una paralización de la actividad industrial, por eso los funcionarios resaltaron que quieren ser honestos respecto de la falta de divisas y a su vez garantizar que en los próximos meses la deuda se saldará.
“El Directorio de la CIRA expresó todas las dudas respecto de la operatoria actual y futura, la situación de las pequeñas y medianas empresas y otros aspectos relevantes a fin de reactivar la actividad del comercio exterior. La reunión fue el puntapié inicial para iniciar una mesa de trabajo conjunta”, expresó el documento de CIRA sobre la reunión con el Gobierno.