La autoridad monetaria redujo a 50% la tasa de referencia por segunda semana consecutiva. La decisión también les exige a los bancos salir a competir con productos propios del sistema, esto es préstamos y depósitos. La justificación es la baja de la inflación para tomar la determinación. ¿En qué invertir ahora?
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó ayer que bajó la tasa de referencia a 50% anual, desde un nivel previo de 60%, por la mejora en las expectativas económicas del país. Se trata del quinto recorte de los tipos de referencia desde que Javier Milei llegó al Gobierno.
Una tasa de política monetaria de 50% nominal anual equivale a una tasa efectiva anual de 63,2% por el interés compuesto, es decir con la permanente reinversión de capital e intereses día a día durante un año.
Esta tasa indexa los pasivos remunerados del BCRA, principalmente los pases pasivos que son colocados a los bancos y que constituyen el respaldo de los depósitos a plazo fijo de los clientes.
Por lo tanto, una baja en la tasa de política monetaria se transmite a todo el sistema, incluidos los plazos fijos de los ahorristas o las tasas que se pagan por préstamos, la utilización de las tarjetas de crédito y cuentas remuneradas de las aplicaciones.
“La nueva baja obliga a los bancos a comenzar a pensar en otras estrategias de negocios después de tener la vaca atada durante tanto tiempo”, admitió a Comercio y Justicia una fuente del sector financiero.
Concretamente, ante una menor remuneración de las tenencias de los bancos de pases del BCRA, ahora las entidades deberán buscar alternativas para sostener el negocio, particularmente con la colocación de créditos y obtención de ahorros de los clientes, en rigor un punto medular y básico en el negocio de cualquier banco.
Hay que recordar que la entidad monetaria dispuso a partir del 12 de marzo la desregulación de tasas mínimas de interés, que eliminó la tasa mínima de plazo fijo. Por lo tanto, los bancos pueden ofrecer el rendimiento que estimen conveniente, algo que se espera traiga más competencia entre las entidades.
Esta semana el BCRA informó que la tasa de plazos fijos promediaba en bancos 49,3% nominal anual para clientes minoristas -tasa efectiva anual de 62% al reinvertir capital e intereses mes a mes.
Por lo tanto, después de esta decisión de la autoridad monetaria de este jueves, es de prever que los rendimientos de los plazos fijos acusen en las próximas horas una reducción similar de 10 puntos, para aproximarse a 40% nominal anual. Una tasa de plazo fijo de 40% equivale a una tasa efectiva anual de 48,2%, o bien de 3,3% mensual.
Estas tasas de retorno por depósitos a plazo se mantienen negativas en términos reales, aún si se estima un sendero bajista de la inflación en torno al 5% mensual, como algunos indicadores privados comenzaron a trazar.
Además, el recorte de tasas del BCRA representa una reducción de la emisión monetaria endógena, pues contribuirá a reducir la carga de intereses por los pases pasivos a un día de plazo, ahora por encima de 33 billones de pesos. De mantenerse estable el stock de los pases, la entidad monetaria debería pagar en 30 días intereses por 4,2% de ese monto, $1,39 billón, nada menos que el 10,3% de la base monetaria, hoy en 13,5 billones de pesos.
El de este jueves fue el quinto ajuste de la tasa de política monetaria que aplica el BCRA en cuatro meses y medio, desde la llegada de Santiago Bausili a la presidencia de la entidad, bajo la administración de Javier Milei. Tras el salto cambiario de 118% del 13 de diciembre, que llevó al dólar oficial a 800 pesos, se decidió de inmediato una rebaja de la tasa directriz del sistema -que se transmite también a créditos y plazos fijos- de 133 a 100 por ciento nominal anual. En tanto, el 13 de marzo hubo una nueva baja al 80 por ciento.
El último 11 de abril la autoridad monetaria ajustó los tipos de referencia a 70% nominal anual y apenas dos semanas después los redujo a 60%, y tan solo siete días después la ajustó en otros diez puntos. “El BCRA bajó 10 puntos porcentuales, a 50%, la tasa de Política Monetaria. Con anclaje cambiario cada vez más creible –crawling peg de 2%- y anclaje fiscal -elimina la expectativa de emisión para el Tesoro-, la tasa de interés indefectiblemente va para abajo. Al igual que la inflación, que seguirá el sendero del crawl”, consideró el economista y consultor Mariano Flores Vidal, ex gerente general del Banco Central.