Convocada por el Senado, Mercedes Marcó del Pont consideró que los salarios aún tienen “capacidad ociosa” e interpretó que la inflación está vinculada con la “puja distributiva o condiciones de concentración”.
En el marco de la defensa de la ampliación del Programa Monetario del Banco Central (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, la titular de la entidad, reiteró la posición oficial sobre la inflación: hay que atender la oferta de bienes -a la que el Gobierno juzga en muchos casos insuficiente-, más que a la demanda y, por ello, consideró necesario aumentar las inversiones para satisfacer la “capacidad ociosa” de los salarios. Así defendió la ampliación de la emisión monetaria efectuada días atrás, que fue llevada a 49.000 millones de pesos, en momentos en que desde diversos sectores se criticaba esa medida por “alentar la suba de precios”.
Invitada por la Comisión de Economía del Senado, Marcó del Pont rechazó ayer que el ajuste del Programa Monetario fuera a generar una aceleración inflacionaria y argumentó, en cambio, que “la dinámica de precios no tiene que ver con la dinámica monetaria y de la demanda sino con estructuras oligopólicas y con formadores de precios”.
“Nos enojamos cuando el Banco Central acompaña las necesidades de la demanda, pero en realidad los aumentos tienen que ver con la puja distributiva o condiciones de concentración o estructurales”, dijo la titular del Central al exponer en el Senado.
Así, reafirmó la posición oficial de “no enfriar la economía” y de explicar la inflación registrada en los últimos meses -sobre todo a principios de año- por restricciones en la oferta de bienes, en momentos en que el poder adquisitivo de la población, vía aumentos salariales en el sector público y privado gracias al gasto del Estado, expande los niveles de consumo.
“Si equivocamos el diagnóstico, estaríamos apreciando la moneda, bajando el crédito al sector privado o avalando políticas restrictivas, y no creemos que las tensiones en materia de precios tengan que ver con factores monetarios”, enfatizó.
Por ello, analizó que “en los bienes salario todavía hay capacidad ociosa” y desechó el argumento de que los ajustes en las remuneraciones sean inflacionarios. Yendo más lejos aún y a tono con los reclamos de la CGT de participar de las ganancias empresariales, consideró que “va a tener que haber” mejoras en los ingresos de los trabajadores “para seguir aumentando la participación en el ingreso, que en el largo plazo se deterioró con las hiperinflaciones y luego durante los 90”.
Economía sin enfriar
Particularmente sobre la ampliación de Programa Monetario del corriente año en 49.000 millones de pesos, Marcó del Pont defendió la iniciativa con el argumento de que las alternativas contrarias hubieran sido “dejar apreciar la moneda” o “aumentar la tasa de interés o limitar el crédito”, lo que podría derivar en un enfriamiento de la economía. En ese marco, subrayó entonces que el Gobierno “no tiene ninguna intención de enfriar la economía”.
Marcó del Pont entendió que la ampliación de la emisión era necesaria por varias razones. En primer término, porque “las medidas anticíclicas y la desaceleración de la fuga de capitales elevaron la actividad” y dejaron desactualizadas las proyecciones que se hicieron en septiembre del año pasado”. Además, por la menor demanda de dólares, el aumento de los créditos y el mayor crecimiento de la economía. “Modificamos el Programa Monetario porque vimos una expansión más vigorosa, que demanda más dinero transaccional”, dijo la titular del Central.
En ese marco, deslizó también una crítica para su antecesor en el cargo, Martín Redrado, quien había proyectado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,5% para 2010, mientras las estimaciones actuales de la entidad van de 8,9% a 9,5%.
“Sostener un Programa Monetario como el anterior hubiera supuesto una política contractiva, que hubiera tenido consecuencias restringiendo el crédito, apreciando la moneda, y en términos de crecimiento económico y el empleo”, deslizó Marcó del Pont.
La convalidación de una mayor emisión monetaria es considerado un espaldarazo importante para Mercedes Marcó del Pont, a quien se le vence el mandato al frente de la entidad en próximo 23 de septiembre y deberá ser nombrada nuevamente por la Presidenta, con el visto bueno, además, de la Comisión de Acuerdos del Senado.
Proponen cambiar la Carta Orgánica del BCRA
“Discutir ideas que nos llevaron al recurrente fracaso”La presidenta del Banco Central destacó ayer la importancia de discutir “viejas ideas que nos llevaron al recurrente fracaso”, al ser consultada en el Senado sobre la posibilidad de que se impulse una modificación en la Carta Orgánica de la autoridad monetaria, al tiempo que consideró “sano” discutir la Ley de Entidades Financieras.
“La Carta Orgánica se modificó en 1992 y en ese momento se alejó de cuajo de lo que se había sido la misión histórica del Banco Central desde su creación, con objetivos múltiples de estabilidad, crecimiento y empleo”, recordó Marcó del Pont.
Agregó luego que “tenemos la enorme responsabilidad de conciliar la estabilidad económica con el crecimiento y el empleo”, porque “si no, nos quedamos en la encerrona de que todo genera miedo y así sigue funcionado la vieja forma de ver los problemas de la Argentina”.
La entidad monetaria analizará esta semana medidas para mejorar la seguridad bancaria
Según precisaron ayer fuentes del Banco Central, su directorio analizará esta semana la instrumentación de una serie de normas para mejorar la seguridad bancaria.
De acuerdo con estas fuentes, las medidas que se evaluarán para su instrumentación fueron debatidas y consensuadas en el Consejo de Seguridad que se reúne en el ámbito del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación, en el que participan técnicos del BCRA, representantes de las asociaciones bancarias y autoridades de la Policía Federal.
Entre las normas que tratará el directorio del BCRA figuran la colocación de una cámara externa a las sucursales enfocando la entrada a los locales -como ya se decidió en Córdoba- y la incorporación de inhibidores visuales, que permiten la visual desde la línea de cajas hacia el salón, pero no a la inversa.
También analizará la utilización, en las sucursales de mayor afluencia, de “administradores de colas o turneros” y la capacitación y homologación de los responsables de seguridad de las entidades.
Por último, se debatirá también la extensión de los cajeros automáticos de carga posterior, en lugar de los de carga frontal. Si bien desde hace tres años la norma requiere que los cajeros sean de carga posterior, se daría un plazo de uno a dos años a las entidades para la adecuación definitiva.