Además, la mitad de los empresarios consultados en el relevamiento de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), considera que el nivel de actividad será igual y sólo 28% cree que será mejor en el último trimestre del año comparado con el anterior.
Con respecto de las perspectivas de futuro, los consultados consideraron que los niveles de actividad mejorarán o se mantendrán en el mediano plazo. Este universo totaliza 78,3%, ubicándose dos puntos por debajo del relevamiento anterior. En tanto, 28% ve con optimismo el cuarto trimestre del año y 50,3% considera que mantendrá los niveles de actividad. Se observa un leve crecimiento entre los que avizoran una caída en su producción.
Un dato relevante es que 78% de los consultados expresó haber sufrido aumentos injustificados en los insumos que utilizan en sus procesos productivos; el 13, 6% dijo que no los tuvo, y 8,4% no sabe o no contestó la pregunta.
Cabe señalar que 71,4% indicó que registra problemas de abastecimiento en los insumos utilizados para la producción, mientras que solo 24,3% expresó no tenerlos y 4,2% no sabe ni contesta. Además, 42% afirmó que tiene problemas para importar insumos o bienes de capital por restricciones cambiarias y 29, 2% dijo no tenerlos.
Por otra parte, en un marco de incertidumbre respecto de la quita de subsidios y la aplicación de los nuevos cuadros tarifarios para la energía -sin segmentación para las empresas- un mayoritario 78% de las mipymes considera que el impacto de los incrementos de tarifas de energía en sus estructuras de costos será significativo. En particular en el caso de la electricidad (92,3% de respuestas).
Muestra e indicadores
La encuesta se hizo entre el 10 de junio y el 28 de septiembre de 2022, respondieron a las preguntas 1.459 micro, pequeños y medianos empresarios y empresarias de los conglomerados más importantes del país. El relevamiento se dividió en tres apartados: a) caracterización de las empresas; b) Evolución trimestral; c) Coyuntura y perspectivas.
En el trimestre abordado, de acuerdo con la problemática de coyuntura, se incluyeron preguntas vinculadas con las restricciones a la importación de insumos y bienes de capital, y por otra parte, a la incidencia de las quitas de subsidios a las tarifas de energía.
Los participantes son en su mayoría titulares de emprendimientos, profesionales, Mipymes y Pymes de pequeño tamaño (72,7% hasta 50 empleados). Un menor porcentaje (12,1%) lo constituyen empresas de más de 50 empleados. Cabe mencionar también que predominan las empresas del sector industrial, mientras que las restantes se reparten de manera pareja entre el comercio, los servicios y, en menor medida, de la construcción y agropecuarias.
Apyme destaca que este relevamiento pretende ser una herramienta para mostrar las preocupaciones de una muestra significativa de titulares de micro, pequeñas y medianas empresas y emprendimientos en todo el país. En este sentido, se trata de realizar un aporte la orientación de las políticas públicas que necesita el conjunto de las empresas del sector a fin de sostenerse, crecer y continuar generando empleo, valor agregado y desenvolvimiento equitativo para la economía nacional.
En este tercer trimestre de 2022 el relevamiento vuelve a mostrar una fuerte composición de empresarios que tienen a su cargo hasta 10 empleados. Se observa, en comparación con el segundo trimestre, una caída en las empresas que tienen más 100 empleados en la nómina y crecen levemente el resto de los segmentos.
La estructura del entramado Mipyme no presenta variaciones en términos sectoriales en el último trimestre. El sector industrial se mantiene como el más representativo. Comercio y Servicios le siguen en un volumen similar. Algunos rubros se superponen y esto explica los valores expresados en el gráfico.
Del sector de la industria existe 39,1%, el sector comercio hay 32,8%, el sector de los servicios es de un 31,8% y Construcción 8,3%, y Agro, 2,1%.
En cuanto al nivel de actividad de este trimestre comparado con el nivel anterior, la actividad refleja una variación positiva. 0,9% de los consultados logró mantener o mejorar sus niveles de producción, totalizando 81,8%. Por otro lado 18,2% de los empresarios dice haber empeorado su actividad.
Sobre el uso de la capacidad instalada, los valores se mantienen similares respecto del trimestre anterior. Un 44,4% trabaja por encima del 50% de su capacidad de producción y 27,5% admite estar produciendo al máximo de sus posibilidades. Solo 5,3% de los encuestados trabaja hasta el 25%, y cae 4% respecto de la última muestra.
En términos de inversión, y en comparación con el segundo trimestre de 2022, las conclusiones son levemente negativas: cae un 0,7% la cantidad de empresarios que tiene decidido invertir en el mediano plazo, y aumentan 1% los que no lo harán.
Las proyecciones de crecimiento del empleo en el sector MIPYME siguen mostrando resultados negativos. Crece 0,5 puntos la negativa a contratar nuevo personal. Solo 29% de los empresarios que participaron del relevamiento prevé nuevas contrataciones.
Consultado sobre si las pymes participan en alguno de los programas de asistencia mipymes, 79,8% dijo que no, solo 16,1% sí lo hace, y el 4, 1% no lo hace. El 38, 3% de los consultados participaron en programas de financiamiento, en Repro el 10%, y en beneficios impositivos el 8,% son los resultados más relevantes de la encuesta.
Asimismo el 92, 2% expresó que no exportó en el último trimestre mientras que solo 7,8% sí lo hizo.
Conclusiones
En el último trimestre se observa que si bien se sostiene un alto nivel de actividad económica, que alcanza crecientemente también al comercio y los servicios, esta dinámica muestra un amesetamiento expresado en la disminución de la cantidad de empresas que logró sostener su nivel de actividad, así como aquellas que lograron sostener en los más altos niveles la utilización de su capacidad instalada.
“Esta situación se condice con un freno de las expectativas tanto en los niveles de actividad como en las previsiones de inversiones y generación de nuevos empleos”, indican en el informe de Apyme.
Además un dato que representa una fuerte señal de alerta es el aumento de la preocupación de mipymes de distintos sectores por los incrementos injustificados en los precios de insumos difundidos para la producción (78% de respuestas positivas), así como por el desabastecimiento de estos productos (71,4 %).
A estos problemas, derivados en mayor medida del accionar de los grandes formadores de precios, se le agregan las dificultades para importar insumos o bienes de capital a causa de las restricciones cambiarias, que alcanzan a 42,2%.
Hay que considerar también un marco de incertidumbre respecto de la quita de subsidios y la aplicación de los nuevos cuadros tarifarios para la energía -sin segmentación para las empresas- un mayoritario 78% de las mipymes considera que el impacto de los incrementos de tarifas de energía en sus estructuras de costos será significativo. En particular en el caso de la electricidad (92,3% de respuestas). Otro motivo de preocupación que se agudiza es que sólo el 16,1% de las mipymes utiliza programas del Estado. La mayor parte de las mipymes que acceden a instancias de apoyo lo hacen por financiamiento, seguido por beneficios impositivos, Repro, capacitación y transformación digital.