El Ministerio de Economía colocó ayer $4,24 billones en la primera licitación de deuda en pesos de julio.
Así, renovó vencimientos por $1,05 billón y captó un fondeo extra (de $3,19 billones) que dejará depositado en la cuenta del Gobierno en el Banco Central. Lo hizo en la antesala del lanzamiento de las nuevas letras de regulación monetaria, o “Letras Fiscales de Liquidez” (el nombre que finalmente tendrán), con las que apuntan a transferirle al Tesoro el stock remanente de pasivos remunerados que hoy posee la autoridad monetaria.
Minutos después de la subasta, el Ejecutivo publicó el decreto que da el puntapié inicial para el futuro esquema monetario.
La Secretaría de Finanzas informó que, en la licitación, recibió ofertas por un total de valor efectivo de $5,91 billones para los siete títulos que había incluido en la operación. Sin embargo, decidió declarar desierta la subasta de dos de ellos y, finalmente, adjudicó $4,24 billones.
Este viernes, el Tesoro enfrenta vencimientos por $1,05 billón correspondiente a una Lecap (letra a tasa fija capitalizable). De esta manera, consiguió un endeudamiento adicional de casi $3,2 billones que, según adelantó el secretario Pablo Quirno, “será depositado en la cuenta del Tesoro en el BCRA”. En esa cuenta, el Gobierno ya contaba con $12,2 billones (al viernes 5 de julio), que rinden cero por ciento de intereses.
Nuevas Letras
Horas después de concluida la licitación habitual de deuda en pesos, el Gobierno dio el primer paso para la puesta en marcha del nuevo esquema monetario que apunta a concluir el pasamanos de deuda remunerada desde el Banco Central hacia el Tesoro. En un suplemento de la edición de ayer del Boletín Oficial, el Gobierno publicó el decreto 602/2024 que crea la Letra Fiscal de Liquidez (LEFI), que será emitida por el fisco y se utilizará para captar el stock remanente de pases emitidos por el Central.
El artículo 1° de la norma establece que la LEFI tendrá un año de plazo y que se emitirá un total de $20 billones. También define que la letra capitalizará la tasa de política monetaria, que seguirá siendo definida por el organismo que preside Santiago Bausili. La LEFI sólo será transferible y negociable entre el BCRA y las entidades financieras, y será el nuevo vehículo mediante el cual el Central administrará la liquidez de la economía a través de operaciones diarias de compra y venta.
¿Cómo se instrumentará el nuevo esquema? El decreto habilita al Poder Ejecutivo a canjearle la LEFI al BCRA por Instrumentos de Deuda Pública que forman parte de la cartera del Central, incluidas las Letras Intransferibles. Los títulos elegibles serán considerados a su precio de mercado y las LEFI, a valor técnico.
Una vez hecho el canje, el BCRA comenzará a utilizar las letras fiscales para gestionar la liquidez. En concreto, con ellas hará que los bancos tengan que reemplazar sus pases a un día. Luego, administrará la liquidez con operaciones diarias de compra-venta.
La medida establece que la Secretaría de Hacienda deberá cubrir el costo financiero de las LEFI que el BCRA les coloque a los bancos, lo que implicará que el Tesoro diariamente deberá cubrir un monto equivalente a los intereses que devengue la tasa de política monetaria, que “quedará depositado en garantía en una cuenta constituida a tal fin” en el Central.
Fuentes oficiales señalan que el objetivo de esta medida es terminar con la emisión monetaria que genera el pago de los intereses por los pases del BCRA, los cuales dejarán de existir. Ahora ese costo será transferido al Tesoro que lo afrontará a partir de un mayor ajuste fiscal. Al ser capitalizables a un año, los intereses de las LEFI no impactarán en el resultado fiscal contable de este año sino en el de 2025.