La deuda del Banco Central de la República Argentina (BCRA) no detiene su avance y en las últimas horas alcanzó un nuevo máximo nominal histórico. Los pasivos remunerados de la autoridad monetaria argentina superaron por primera vez el umbral de $12 billones, por lo que acumulan un crecimiento del 150% en el último año.
Al 23 de marzo, último dato oficial disponible en la web del Banco Central, el stock de Leliq ascendía a $9,42 billones mientras que el de pases pasivos alcanzaba los $2,6 billones. De esta manera, según estimaciones privadas, la deuda del Central se ubica en torno a 11 puntos del PBI, niveles similares a los que exhibía en 2018 previo a la crisis de las Lebac. Los riesgos, sin embargo, son distintos dado el cepo cambiario -que impide que presionen al dólar- y el hecho de que las Leliq están solo en manos de bancos, que tienen límites de tenencias en moneda extranjera.
El incremento de la deuda del Banco Central, que un año atrás ascendía a $4,8 billones, no es más que la contracara de la montaña de pesos que viene emitiendo el Gobierno en los últimos meses. Si bien es cierto que el Tesoro estuvo 8 meses sin solicitarle asistencia directa al BCRA, eso no significa que no se estuvieran emitiendo pesos.
Según cálculos de Salvador Vitelli, economista de Romano Group, desde que empezó el año el BCRA debió emitir casi $230.000 millones para comprar bonos del Tesoro en el mercado secundario, una forma de asistencia indirecta que viene realizando desde el año pasado y que le demandó la emisión de casi $2 billones entre junio y diciembre de 2022.
A ello deben sumarse, además, los cerca de $1,2 billones que se calcula que emitió en septiembre y los más de $500.000 millones en diciembre por los programas de incremento exportador, más conocidos como dólar soja 1 y 2.
Pero el principal factor de expansión monetaria en estos últimos meses vienen siendo los intereses que genera esta bola de nieve de las Leliq. Desde que empezó el año, el déficit cuasifiscal ya demandó la emisión de $1,8 billones. Dicha cifra implica que en los intereses por las Leliq y pases ya crecieron casi un 372% en relación a los $381.845 millones que se habían acumulado en el primer trimestre de 2022.
Este fuerte incremento del stock de Leliq y pases, sumado a las consecuentes subas de tasa que debió convalidar el Central ante la aceleración de la inflación, hacen que los intereses de las Leliq y los pases ya tarden menos de 5 meses en crear una nueva base monetaria. Así lo reveló un reciente informe de Delphos, que reflejó que el tiempo en que el déficit cuasifiscal genera una nueva base monetaria es de 4,81 meses.
Según calculó Alejandro Giacoia, economista de Econviews, los intereses acumulados por las Leliq y pases treparían este año a la zona de $12,3 billones, cifra que representa alrededor de 7,6 puntos del PBI.
Pero dichas estimaciones, aclaró, dependen de cuanto crezca la base monetaria y de la dinámica que adopte el BCRA con las tasas de interés. Es que por cada punto que subió la tasa el Central en marzo, proyectó, el déficit cuasifiscal se encareció en unos $460.000 millones a lo largo del año.