La deuda de las compañías aéreas en todo el mundo puede ascender a US$550 mil millones para fin de año, lo que significa un aumento de US$120 mil millones sobre los débitos que se registraban a principios del año en curso, según el último análisis realizado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El estudio señala que US$67 mil millones de la nueva deuda se componen de préstamos de los gobiernos (US$50 mil millones), impuestos diferidos (US$5 mil millones) y garantías de préstamos (US$12 mil millones).
En tanto, US$52 mil millones provienen de fuentes comerciales que incluyen préstamos (US$23 mil millones), deuda del mercado de capitales (US$18 mil millones), deuda de nuevos arrendamientos operativos (US$5 mil millones) y acceso a líneas de crédito existentes (US$6 mil millones).
La ayuda financiera es un salvavidas para superar lo peor de la crisis sin cesar las operaciones, pero durante el período de reinicio posterior a la pandemia, la carga de la deuda de la industria estará cercana a US$550 mil millones, cantidad que muestra un aumento masivo de 28% respecto de los débitos que había al inicio de las restricciones.
“La ayuda gubernamental está ayudando a mantener a flote a la industria. El próximo desafío será evitar que las aerolíneas se hundan bajo la carga de la deuda que está creando la ayuda”, dijo Alexandre de Juniac, director General y CEO de IATA.
En total, los gobiernos se comprometieron a aportar US$123 mil millones en ayuda financiera a las aerolíneas pero, de esta cifra, será necesario reembolsar US$67 mil millones, y este saldo consiste principalmente en subsidios salariales (US$34,8 mil millones), financiamiento de capital (US$11,5 mil millones) y desgravaciones/subsidios fiscales (US$9,7 mil millones), algo que es vital para las aerolíneas, que gastarán aproximadamente US$60 mil millones en efectivo sólo en el segundo trimestre de 2020.
Los US$123 mil millones en ayuda financiera del gobierno equivalen a 14% de los ingresos totales de las aerolíneas de 2019 (US$838 mil millones) y las variaciones regionales de la dispersión de la ayuda indican que hay lagunas que deberán llenarse.