La deuda por importaciones realizadas y no pagadas a proveedores llegó en el primer trimestre a US$6.800 millones, aunque en mayo podría disminuir, según un informe de la Cámara de Importadores (CIRA).
La entidad afirmó que la deuda se origina por “las restricciones impuestas el mercado cambiario que han tenido un impacto directo en la economía en general, siendo sus principales consecuencias el estancamiento del nivel de actividad, que se encuentra en los mismos niveles de 2011”.
La cámara alertó que “se ha ido acumulando una creciente deuda por importaciones realizadas y no pagadas por los importadores a sus proveedores externos”.
Con base en datos del Indec y del Banco Central de la República Argentina, la CIRA estimó que “2014 finaliza acumulando US$4.614 millones de deuda, que se ha incrementado en los primeros tres meses de 2015 a US$6.800 millones”.
“Con las cifras disponibles al primer trimestre puede verse que fue anormalmente contractivo en términos de autorizaciones de pagos: los pagos totales decrecieron 23,2% respecto de igual periodo del año anterior, mientras las importaciones decrecieron 15,9% en similar lapso”, puntualizó.
Esa merma “alcanzó a todos los sectores, siendo los relacionados al petróleo y la energía los más afectados”. Les siguieron la importación de metales, la de alimentos y la de maquinarias y equipos.