Lo afirmaron los profesionales de la Comisión de Economía al analizar las primeras medidas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri. “Hasta ahora, los anuncios son más gastos y menos ingresos”, afirmó José Simonella.
La Comisión de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) analizó las primeras medidas del nuevo Gobierno nacional y advirtió de que, hasta el momento y si no se recurre a la aplicación de medidas complementarias, los perdedores son los trabajadores asalariados.
“Hasta ahora los efectos de lo hecho es suba de precios (incluso previo al inicio de la nueva gestión), pérdida de poder adquisitivo de los salarios, caída del consumo, encarecimiento del crédito, primarización de la economía y mayor volatilidad financiera”, indicó la Comisión.
En ese sentido, Mary Acosta, una de las economistas del CPCE, planteó que “es difícil que haya un acuerdo (económico y social) entre los sectores porque siempre en las crisis hay ganadores”.
Si bien Víctor Peralta se esperanzó en que se pueda llegar a un pacto, señaló que “si no se logra, no podremos salir del péndulo o los ciclos de la economía argentina. No habremos aprendido nada”.
Por su parte, José Simonella, presidente de la entidad, señaló que Macri corre con la desventaja de que “no están los famosos cien días para esperar y ver. Tiene que empezar a actuar para reducir el rojo porque no podrán financiarse siete puntos del PBI con endeudamiento externo”.
Planteó Simonella: “Hasta ahora todas las medidas son más gasto y menos ingresos. Seguramente en un mes empezarán a afrontar el frente fiscal”.
El análisis de los especialistas repasó la eliminación de las retenciones a todas las economías regionales y productos industriales y la rebaja de cinco puntos a las de la soja. El costo fiscal -sin incluir la industria- fue estimado en 27.600 millones de pesos, aunque por la mejora del tipo de cambio se reduce a 17.900 millones de pesos.
Después de estas medidas, el resultado financiero del próximo año puede ser negativo en 103 mil millones de pesos, mientras que el primario alcanzaría 1.400 millones de pesos. “Es muy difícil pronosticar hoy cómo serán las cuentas públicas porque hay que ver cómo evolucionará la actividad y qué pasará con los subsidios”, dijo Acosta.
Después de la unificación del tipo de cambio, el peso argentino acumuló una devaluación respecto del dólar de 51,7% en este año, incluso por delante del real, que suma 49,3%.
Para Simonella, ahora “habrá que acomodar los precios relativos”. Una apertura de importaciones como la sugerida por Macri sólo impactará sobre los bienes transables. “Lo que va a pasar en adelante dependerá de la evolución del tipo de cambio, si baja o volverá a subir”, agregó.
Para Peralta, el paso de la devaluación a precios ya se produjo y difícilmente vuelva atrás.
Nivel de reservas
La liquidación de exportaciones de cereales y oleaginosas promedió 18 mil millones de dólares en los últimos cuatro años. Si el campo cumple la promesa de liquidar 6.000 millones de dólares, en 2015 rondarían 24 mil millones.
Esos 6.000 mil millones más el canje de yuanes por dólares y los préstamos del Banco Central con garantía de parte de sus activos por unos 5.000 millones de dólares (a una tasa de 7% anual) permitirían recomponer las reservas en 14.100 millones. “Con ese ingreso, el tipo de cambio de convertibilidad -que era de $18- cayó cerca de 18%. Todo el cálculo está basado en que se cumplan las expectativas del Gobierno”, dijo la Comisión de Economía del CPCE.