ESCUCHAREstaría dispuesta a dejar de recibir fondos de manera automática pero, a cambio, reclamaría hacerse cargo al menos de la recaudación de ese impuesto. Esa estrategia incluiría el reemplazo de Ingresos Brutos, tal como pretende Schiaretti. La coparticipación del resto de los tributos quedaría para los distritos más dependientes de esos recursos. Todos quieren cambios pero nadie está dispuesto a resignar fondos
Por Alfredo Flury – [email protected]
El Gobierno provincial estaría dispuesto a resignar el envío de fondos nacionales vía coparticipación, a cambio de asumir a su cargo la recaudación del impuesto al Valor Agregado (IVA).
Esta estrategia estaría ligada a la creación de un IVA provincial que reemplazaría a Ingresos Brutos (IIBB), tal como pretende el gobernador Juan Schiaretti.
En la práctica, el IVA llegaría así a una alícuota superior a la actual, unificada en un único tributo.
La alternativa, a la que tuvo acceso Comercio y Justicia, forma parte de los escenarios que analiza la Provincia a la hora de presentar una propuesta de modificación de la Ley de Coparticipación, vigente desde 1988, cuyos cambios debieron haberse concretado en los 90, en función de lo que prescribía la reforma constitucional de 1994.
El tema comenzará a ser debatido en 15 días, cuando se concrete la primera reunión convocada por el Gobierno nacional, en la que participarán todos los gobernadores de provincias.
En los papeles, todos asumen que hay que modificar la norma pero el punto es que nadie está dispuesto a ceder recursos.
Hay un punto clave: según la normativa original, 54,66 por ciento del total de recursos que ingresan a la Nación debería ir a las provincias y el resto quedar en la órbita del Gobierno central. No obstante, ese esquema hoy está lejos de cumplirse.
En las últimas horas, Schiaretti dijo que al cierre de la gestión de Cristina Fernández las provincias sólo recibían 25 pesos de cada 100, situación que comenzó a revertirse -aunque de manera incipiente- en la gestión de Mauricio Macri, más que por decisiones de éste, por el fallo de la Corte Suprema de Justicia que obligó a distribuir entre las provincias el 15% de recursos que iban a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
En rigor, los Estados federales en su conjunto siguieron recibiendo recursos aunque mediante mecanismos discrecionales de reparto.
La caída en la participación de las provincias respecto al total ocurrió en el marco de la creación o fortalecimiento de tributos que, o bien no se coparticipaban -por ejemplo las retenciones (luego en parte por medio del denominado fondo sojero), o bien por impuestos cuya porción destinada a la distribución era menor. Ese combo fue desdibujando de manera progresiva la exigencia original de la norma.
El tema es que cualquier cambio implica redistribuir los mismos recursos, por lo cual alguien deberá ceder para que otro mejore su posición.
Al respecto, Schiaretti se pronunció en las últimas horas por que sea la Nación la que resigne recursos en favor de las provincias.
Originalmente, Córdoba debía recibir 9,22 por ciento del total que le correspondía a las provincias, aunque ese porcentaje luego cayó levemente por debajo de 9 por ciento.
Con todo, lo que está en juego, según Schiaretti y prácticamente todos los gobernadores, es la coparticipación primaria, esto es la distribución entre la Nación y las provincias. La secundaria, en tanto, es el reparto de la masa que les corresponde a los distritos federales entre cada uno de ellos.
“La Nación se ha quedado con los recursos de las provincias en los últimos 30 años, acentuándose esta situación en la última década, antes de la asunción del presidente Macri. Entonces, lo primordial es que las provincias recuperemos los recursos que injustamente la Nación se queda”, dijo el mandatario.
Para éste, es secundaria la discusión respecto a si cambian los porcentajes entre las provincias.
En ese marco, una alternativa que las autoridades provinciales ya inspeccionaron, incluso con sobradas proyecciones y escenarios posibles, es que los distritos más importantes -entre ellos Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba- resignen todos los recursos que hoy ingresan vía coparticipación.
A cambio, asumirían la responsabilidad de recaudar el IVA en sus propios distritos.
En ese esquema, IIBB se acoplaría al IVA, tal como pretende Schiaretti.
En ese plano, probablamente Córdoba reclamaría para sí parte de la recaudación por Ganancias.
En la práctica, mediante la recaudación de esos tributos, la Provincia obtendría igual cantidad de fondos que los que hoy llegan vía coparticipación.
Sin embargo, simplificaría el esquema fiscal -ahora sin IIBB- y, a su vez, tendría mayor responsabilidad respecto a la evolución de la recaudación.
Si bien esos impuestos están anclados a actividad y precios, temas que dependen de las políticas nacionales principalmente, su fiscalización ya no dependería de terceros. Si Córdoba amplía la base de contribuyentes, podría recaudar más, en un escenario positivo.
Según pudo conocer este medio, la recaudación del IVA en cabeza de Rentas no sería un escollo insalvable.
En tanto, el resto de los impuestos que conforman la masa de ingresos de la Nación sí se coparticiparía entre unas 18 ó 20 provincias, entre las que se encuentran las que dependen decididamente de esos recursos.
La alternativa será una de las tantas que se barajen en la inminente reunión convocada por el Gobierno, que disparará la discusión. Ningún cambio parece sencillo porque requerirá del consenso generalizado.
En cualquier caso, todo hace suponer que será la Nación la que termine resignando parte de sus recursos.
