Durante mayo, el fondeo con este instrumento alcanzó 92 millones de pesos. El interés promedio negociado fue de 40,92% y retrocedió 457 puntos básicos desde abril, lo que afianza la tendencia descendente
Durante mayo, se negociaron Facturas de Crédito Electrónicas (FCE) por un total de 92 millones de pesos, a una tasa promedio de 40,92%, lo que resultó 457 puntos básicos por debajo de los 45,49% en los que promedió durante abril, de acuerdo con lo que refirió un informe de la consultora First Capital Group.
Ese retroceso confirma la tendencia a la baja que viene registrando la operatoria con este instrumento y generó en mayo un spread sobre Leliq de 2,92%. “La tasa promedio del mes de mayo es nuevamente la más baja desde que se comenzó a realizar este tipo de operación”, explicó Alfredo Marseillan, presidente de Desconta Tu Factura. “Este camino descendente atraerá a más interesados en explorar esta muy conveniente alternativa de financiación para toda la cadena productiva, tanto pyme como de gran empresa. Además, debemos destacar que estos rendimientos son a su vez muy atractivos para los inversores, debido a que no se encuentran alternativas tan interesantes para estos niveles de riesgo”, agregó.
Pese a ello, el volumen total negociado durante el mes pasado muestra una contracción de 16% respecto del mes anterior. “Esta disminución es consecuencia de dos causas, fundamentalmente: por una parte, la cantidad de días laborables del mes de mayo, que fue 11% menor que la del mes de abril (17 días versus 19, respectivamente); y por otro lado, comenzaron a efectuarse operaciones de compra y venta de FCE a través de las plataformas electrónicas de negociación que habilita la ley 17.440”, destacó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
“Si bien todavía no se cuenta con información precisa sobre este mercado que está naciendo, estamos convencidos de que será de gran utilidad para las pymes por su fácil acceso a un universo de entidades financieras compradoras sin necesidad de abrir cuentas en cada una de ellas y también será muy conveniente para algunas grandes empresas que no se encuentran cómodas con la divulgación pública de la tasa a la cual son transadas sus obligaciones”, agregó el especialista.
Según el detalle del informe de la consultora, desde que se negoció la primera FCE, en julio de 2019, se acumularon transacciones por un total de 1.590 millones de pesos.
En tanto, 84% de los montos negociados en mayo pasado se concentró en 10 grandes empresas receptoras de las FCE. Así, el “top cinco” de grandes empresas alcanza 60% del monto negociado.
Según se afirmó, actualmente sólo 10% de las compañías habilitadas a participar está haciendo uso del sistema, por lo que First Capital Group concluye que todavía una gran parte del mercado no está aprovechando las ventajas de este instrumento.
Dentro de las FCE negociadas, 44% de las transacciones se concentró en plazos de hasta 30 días, 55% entre 31 y 90 días y el 1% restante en plazos mayores de 90 días.
“El plazo promedio ponderado para el mes de mayo fue 33 días, manteniéndose prácticamente sin cambios con relación al mes anterior. Si consideramos la demanda de reconstituir el capital de trabajo en toda la cadena productiva en forma urgente, estos plazos deberán crecer en el futuro”, consideró Barbero.
Por su parte, Marseillan destacó que es prioritario facilitar el acceso de las pymes a fondos frescos a la mejor tasa posible y de una manera ágil y sencilla, sin que se deba completar legajos con interminable información patrimonial y de flujos de caja, alcanzar calificaciones crediticias óptimas, entregar garantías personales y abrir cuentas que implican costos fijos.
También hizo hincapié en la importancia de que las grandes empresas puedan optimizar su deuda comercial y financiera y así lograr extender los plazos de pago para las facturas y sus obligaciones impositivas, alcanzar menores costos financieros y acceder a un mercado más amplio de potenciales financiadores.
“Por último -no por ello menos importante-, los bancos, cooperativas, mutuales y proveedores no financieros necesitan invertir en instrumentos con seguridad jurídica y facilidad operativa, sin tener que recabar compleja información sobre miles de pymes, a tasas atractivas en función al riesgo esperado. Todos estos objetivos se pueden alcanzar simultáneamente si las grandes empresas aceptan las facturas de crédito que emiten sus pymes proveedoras y éstas acceden a venderlas mediante el mercado de capitales o las plataformas electrónicas de negociación”, concluyó Marseillan.
El instrumento
- A través de la FCE, se transforma el crédito comercial en crédito financiero, convirtiéndose un crédito ordinario en un título ejecutivo.
- Las FCE se pueden emitir en pesos o en dólares.
- La FCE se conforma a los 30 días de emitido el remito, un beneficio directo para las pymes.
- El valor que se descuenta es neto de notas de débito, crédito y retenciones.
- Caja de Valores tiene la custodia de las FCE MiPyMEs conformadas y recibe el pago al vencimiento.
Beneficios
- La FCE tiene una fecha cierta de pago.
- No paga impuesto a los Débitos y Créditos (impuesto al cheque).
- Abre la posibilidad a todas las mipymes para que operen de forma ágil y sencilla.
- Al negociar la factura, la mipyme ya no va a tener deuda, con lo cual mejora su balance.
- Las mipymes acceden a financiamiento simple y con menores costos.
- Proceso totalmente digital.