ESCUCHAREs según el ranking que elabora el Foro Económico Mundial. En el último año mejoró: subió dos escalones. Sin embargo, está 34 posiciones más abajo que en 2006
Argentina mejoró levemente en sus indicadores de competitividad en 2016, ubicándose en la posición 104, dos lugares por encima del resultado obtenido en 2015, respecto de las 142 economías relevadas a escala global, según el índice de competitividad global elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Dicho indicador se construye con base en datos estadísticos de los organismos internacionales reconocidos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), las organizaciones para la Educación, de las Naciones Unidas y Mundial de la Salud (OMS), y mide cómo utiliza el país los recursos de los que dispone y su capacidad para proveer a sus habitantes de un alto nivel de prosperidad.
Según lo difundido por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, en su último informe, los datos correspondientes a 2016-2017 mostraron algunas mejorías en el desempeño general del país, aunque éste se encuentra aún lejos de los guarismos relevados cuando comenzó a llevarse a cabo el indicador (en 2006).
Según el análisis, la competitividad argentina se ha deteriorado significativamente desde 2006: descendió 34 posiciones en dicho período. Mientras que el índice de competitividad global para ese año ubicaba al país en el puesto 70, en 2016 lo posiciona 104 entre 142 considerados.
Los criterios utilizados para categorizar la competitividad de cada país son: instituciones; infraestructura; entorno macroeconómico; salud y educación primaria; educación superior; eficiencia del mercado de bienes; eficiencia del mercado laboral; desarrollo del mercado financiero; preparación tecnológica; tamaño del mercado; y sofisticación en materia de negocios e innovación.
En el caso de Argentina, los principales problemas son la inflación, las alícuotas impositivas y el acceso al financiamiento.
A excepción de la categoría Capacitación y educación superior, los 11 conceptos restantes empeoraron su desempeño en la última década. Sin embargo, al comparar la situación con los valores de 2015 “se observa que en nueve de los 12 criterios, el país mejoró su desempeño”, se dijo.
“La sofisticación en los negocios y la innovación fueron los rubros con mejoras más significativas, ascendiendo 13 y 12 posiciones, respectivamente”, agregó el Ieral.
“El indicador referido a la Eficiencia en el mercado laboral mejoró nueve posiciones, la Eficiencia del mercado financiero lo hizo en cinco, y la Eficiencia del mercado de bienes incrementó su ranking en tres puestos, al pasar del 138 (de 142) al 135”.
La situación regional
Los distintos países que componen la región presentan condiciones dispares en cuanto a competitividad, “con amplias brechas entre los países mejor posicionados y los últimos de la tabla”, remarcó el Ieral.
Si se consideran los vecinos, solamente Bolivia, Paraguay y Venezuela se encuentran peor posicionados que Argentina, mientras que Chile, Brasil, Uruguay y Perú presentaron mejores calificaciones.
Chile continúa siendo el país más competitivo de América Latina y el Caribe, situándose en la posición 33 para este año. Se destacan a su favor “las instituciones sólidas, el buen entorno macroeconómico, el correcto funcionamiento de los mercados financieros y la alta preparación tecnológica. En tanto, como puntos débiles se percibe una tendencia a la baja en el mercado de bienes y del trabajo”, se remarcó.
En términos comparativos, pese a que tanto en Argentina como en Chile cayó la competitividad en la última década, la merma fue mucho más pronunciada en nuestro país. Es así que, según la información del Foro Económico, Argentina se ubica entre las tres economías menos competitivas de la zona, mientras que Chile se distingue en el otro extremo, siendo una de las tres economías más competitivas.
