ESCUCHAREl resultado económico pasó de 57 dólares por hectárea del ciclo anterior a menos de un dólar por hectárea en la campaña reciente, según informó la Bolsa de Cereales de Córdoba. También se contrajo el rendimiento en quintales del cereal
Debido a la baja de los precios y a un menor rinde con respecto al ciclo pasado, la rentabilidad del cultivo del maíz cayó en Córdoba en la reciente campaña 2019/20.
Así, de acuerdo con el último trabajo del Departamento de Información Agroeconómica (DIA) de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCba), la tasa de rentabilidad de la actividad -indicador del desempeño económico del rubro comparado con otras actividades económicas- fue en promedio de 0,1% para el maíz temprano, lo que evidenció una caída de nueve puntos básicos en comparación con la campaña anterior.
De la misma forma, el resultado económico pasó de 57 dólares por hectárea en el ciclo anterior a menos de un dólar por hectárea en la campaña más reciente.
Según el detalle del trabajo, entre los factores que explican la baja en la rentabilidad se encuentra el menor rendimiento del cereal, que “sería la causa más influyente”, ya que disminuyó 7% respecto del ciclo pasado, para ubicarse en 82,2 quintales por hectárea en la provincia de Córdoba, cifra que muestra una merma intercampaña de 5,8 quintales por hectárea.
Por otro lado, el precio a cosecha de abril se ubicó en 127,9 dólares por tonelada, lo que dejó ver una caída de 4,9 dólares en comparación con el mismo mes del año anterior. “Este precio fue afectado por la modificación en los derechos de exportación, que se incrementaron hasta 12% en diciembre de 2019”, indicó la entidad bursátil, y acotó: “De haberse mantenido el mismo derecho de exportación de abril de 2019, el precio observado podría haberse ubicado cerca de 132 dólares por tonelada, llevando a un resultado económico positivo de 23,5 dólares por hectárea y una tasa de rentabilidad de 4%”.
Por otro lado, la DIA indicó que los costos directos disminuyeron 2% y los indirectos, 8%. El arrendamiento, principal componente del costo indirecto, presentó un aumento en cantidad de quintales de soja por hectárea, pasando de un costo promedio de 10,7 quintales en la campaña 2018/19 a un valor de 11,1 quintales por hectárea. “Aun así, debido a que la caída en el precio de la oleaginosa fue mayor que este incremento, el costo de arrendamiento se redujo en 24 dólares por hectárea, para ubicarse en 258 dólares. En cambio, los gastos comerciales mostraron una suba de 5%, llegando a un valor de 332 dólares por hectárea.
Maíz tardío
El informe de la BCCba también se refirió al maíz tardío de primera, que representa 54% del maíz sembrado en Córdoba.
En este sentido, indicó que los resultados se vieron favorecidos para el promedio departamental, “aunque son menores que los de la campaña previa”.
Así, la tasa de rentabilidad se ubicó en 7,9%, lo que representa una caída de seis puntos básicos. “El resultado económico fue de 46,4 dólares por hectárea, mostrando un recorte de 28 dólares por hectárea en comparación con el ciclo anterior. En el caso del cereal tardío, los ingresos totales de la actividad disminuyeron tanto por menores precios como por un menor desempeño. El rendimiento promedio del maíz fue de 86,2 quintales por hectárea para la provincia, 4% menor al de la campaña previa”, se indicó. De este modo, el precio disminuyó en 7,3 dólares por tonelada, con una caída de 9% para los ingresos totales y alcanzó 1.121 dólares por hectárea.
En lo que refiere a los costos directos, disminuyeron 7% con respecto a la campaña anterior, principalmente debido a la caída en el precio del servicio de cosecha.
Por otro lado, los costos de comercialización observaron un incremento de 4% con respecto
a la campaña previa, como consecuencia de la disminución del costo del flete por tonelada transportada. El efecto final sobre el margen bruto fue una baja de 20% con respecto a la campaña 2018/19, llegando a 395 dólares por hectárea. Sin embargo, la reducción en los costos indirectos no alcanzó a compensar y el resultado operativo cayó en 76 dólares por hectárea.
