El ministro de Economía lanzó un paquete de 10 medidas para afrontar la crisis. Incluye un alza de más del 100% del dólar oficial, retenciones a las exportaciones e importaciones no agropecuarias y recorte de subsidios a tarifas. “Vamos a estar por unos meses peor que antes”, admitió. Duplican la AUH y suben 50% los montos de la tarjeta Alimentar. También congelamiento de la obra pública y transferencias no automáticas a provincias. Elogios del FMI. ¿Cómo impactará en Córdoba? Constructoras calificaron el parate como grave
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció ayer las primeras diez medidas que conforman el denominado paquete de urgencia económica, entre las que destacan el aumento del tipo de cambio a 800 pesos por dólar, el fin del gasto en obra pública, la reducción de subsidios a la energía y el transporte y un incremento en la ayuda social vía Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar.
En un mensaje grabado de 17 minutos de duración, que fue difundido ya bien entrada la tarde, Caputo afirmó que la génesis del problema de Argentina “siempre ha sido el déficit fiscal”, por lo que aseguró que su misión será “evitar una catástrofe” y estará centrada en “solucionar el problema de adicción al déficit fiscal”.
“El Gobierno viene a arreglar este problema de raíz para no tener que padecer más inflación y pobreza”, dijo el ministro al presentar las diez medidas que conforman el paquete de urgencia económica.
Las medidas fueron tomadas de diferente manera según los sectores de que se trate.
Ponderadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) o, por ejemplo, por el sector agropecuario y el comercio, no fueron bien recibidas por las empresas constructoras, según consultas de Comercio y Justicia entre referentes de cada actividad.
El paquete
La primera de las medidas dadas a conocer incluyeron, en orden cronológico, la decisión de “no renovar los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia”, seguida de implementar “la suspensión de la pauta publicitaria por un año” orientada a los medios de comunicación.
Caputo también ratificó que “los ministerios bajan de 18 a nueve y las secretarías de 106 a 54” dependencias, lo que redundará en una reducción de más de 50% de los cargos jerárquicos y 34% de los cargos políticos totales. Esos anuncios ya habían sido anticipados por la mañana por el vocero presidencial Manuel Adorni.
En paralelo, el ministro también anticipó que se decidió “reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado a las provincias”, básicamente los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Como quinta medida, anunció que “el Estado Nacional no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar las aprobadas cuyo desarrollo no haya comenzado”, al reiterar que “no hay plata para pagar obras que muchas veces terminan en los bolsillos de los políticos y empresarios”.
El ministro también ratificó “la reducción de los subsidios a la energía y al transporte”, al entender que el Estado sostiene “precios bajísimos en materia energética y al transporte porque la política engaña a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en los bolsillos, pero eso se paga con inflación”.
No obstante, sobre ese punto no hubo mayores precisiones, esto es, si se avanzará de una sola vez o de manera gradual. En principio trascendió que se realizaría en dos tramos: enero y abril.
Un dato no menor es que puso énfasis en los elevados subsidios que recibe el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) respecto al interior.
Dólar
Entre las definiciones más esperadas, Caputo señaló que “el tipo de cambio pasará a valer $800 y estará acompañado de un aumento provisorio del impuesto PAIS y de un aumento a las retenciones no agropecuarias”, como parte del sinceramiento de las variables.
En el mismo sentido, anunció que se trabajará en el reemplazo del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) “por un sistema estadístico” en el que no se deberán gestionar licencias de manera previa para compras en el exterior.
El aumento del dólar mayorista más que duplica el valor que tenía ayer que era de 366 pesos.
Es evidente que, más allá de favorecer a los exportadores y desincentivar las importaciones, la megadevaluación impactará en los precios en general pese a que ya se venían ajustando en los últimos días a la espera de una medida de ese tipo.
Ayuda social
Finalmente, Caputo aseguró que se van a “mantener los planes Potenciar Trabajo de acuerdo al presupuesto 2023”, y anticipó que, como medidas de contención social, “se duplicará la Asignación Universal por Hijo y aumentará en un 50% la Tarjeta Alimentar”.
De esta forma, todos los titulares de Asignaciones por Hijo que cobraron este mes con la actualización que llevó los haberes a un bruto de $20.660 para diciembre, cobrarían desde enero más de 41 mil pesos.
A cuánto se irá el dólar tarjeta
El “dólar tarjeta” para consumo a crédito en dólares y gastos en el exterior, valdrá desde hoy unos $1.320 tras las devaluación del tipo de cambio que activará el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Si bien la autoridad monetaria detallará hoy un paquete con medidas cambiarias, los datos trascendieron de fuentes de Economía.
“El BCRA anunciará mañana (por hoy), posterior a su reunión de directorio, las medidas relativas a política monetaria, tasa de interés y deuda, en complemento a los anuncios realizados por el Ministerio de Economía”, dijo en la red social X la cartera que comanda Luis Caputo.
Así, según pudo saber este medio, el Gobierno eliminará la percepción de Bienes Personales que se cobraba hasta hoy y sostendrá la del impuesto a las Ganancias, aunque con una percepción menor, mientras que seguirá cobrando impuesto PAIS por esas operaciones.
Los impuestos para este tipo de consumos y también para lo que se conoce cómo “dólar ahorro”, que tiene hasta el momento un tope de 200 dólares mensuales, pasarían a ser del 65%, unos 520 pesos. Esos “extra”, sumados a los 800 pesos, que es el nuevo valor del dólar oficial, generan la nueva cifra de 1.320 pesos.
Es el valor que desde hoy se pagarán por los consumos en el exterior: casi 30% más de lo que se pagaba hasta el momento.
El impacto en Córdoba
Más allá que todas las medidas anunciadas por el ministro Caputo vayan a impactar en la provincia de Córdoba por sus alcances, el congelamiento de las transferencias no automáticas de los distritos federales no tendrá mayor incidencia en la administración de Martín Llaryora.
Es que los denominados ATN que involucra esa medida no beneficiaron a Córdoba, al menos en el primer semestre.
De hecho, de los 9.177 millones de pesos girados en los primeros seis meses del año, Córdoba no recibió monto alguno. Por el contrario, la Provincia de Buenos Aires obtuvo ingresos por esa vía por 2.719 millones de pesos.
Horas antes del balotaje de noviembre, el entonces ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, había prometido repartir 230 mil millones de pesos entre las provincias para que pudieran afrontar en tiempo y forma sueldos y aguinaldos. Ese monto, estaba compuesto básicamente por ATN.
Nadie en el Ejecutivo de Córdoba confirmó si se recibieron fondos de ese anuncio.
En cualquier caso, la Provincia nunca estuvo entre las principales destinatarias de los ATN por lo que la medida anunciada por Caputo no tendrá mayor impacto en Córdoba.
En paralelo, la reducción de los subsidios a los servicios públicos, entre ellos la electricidad y el transporte, también golpearán en la cobertura de costos de las prestatarias, particularmente en las empresas del transporte urbano e interurbano.
Deuda
Con todo, sin dudas el mayor golpe en lo inmediato llegará de la mano de la fortísima devaluación.
El aumento del dólar, ahora a 800 pesos, incidirá de lleno en la deuda de la Provincia de Córdoba, nominada en 98 por ciento en moneda dura.
Por el momento, nadie del Gobierno provincial se dispuso a hablar sobre las medidas anunciadas por Caputo.
El FMI ponderó las nuevas medidas económicas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó ayer en Washington su apoyo a las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luís Caputo, al señalar que “estas audaces acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y fortalezca el régimen cambiario”.
“Luego de serios reveses políticos en los últimos meses, este nuevo paquete proporciona una buena base para futuras discusiones para volver a encarrilar el programa existente respaldado por el FMI”, agregó la directiva del organismo multilateral.
En un comunicado emitido minutos después del mensaje del titular del Palacio de Hacienda, la directora de Comunicaciones del organismo, Julie Kozack, expresó que “el personal del FMI acoge con agrado las medidas anunciadas por el nuevo Ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo”.
“Estas audaces acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y fortalezca el régimen cambiario. Su implementación decisiva ayudará a estabilizar la economía y sentará las bases para un crecimiento más sostenible y liderado por el sector privado”, dijo la portavoz.
Kozack puntualizó que “el personal del FMI y las nuevas autoridades argentinas trabajarán rápidamente en el próximo período”.
En la misma sintonía, la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dio su respaldo al paquete de medidas, a través de su cuenta en la red social X, al enfatizar: “Acojo con beneplácito las medidas decisivas anunciadas por el Presidente @JMilei y su equipo económico para abordar los importantes desafíos económicos de Argentina: un paso importante hacia el restablecimiento de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico del país”.
En tanto, la subdirectora del FMI, Gita Gopinath, en la misma red social, recordó que tuvo hace dos semanas reuniones “positivas” con Nicolás Posse y Caputo, asesores económicos del presidente Javier Milei, cuando el líder libertario visitó Washington.
Gopinath sostuvo que “discutimos los complejos desafíos que enfrenta Argentina y los planes para fortalecer urgentemente la estabilidad. Nuestros equipos seguirán estrechamente comprometidos en el próximo período”.
Constructoras advierten sobre el impacto de la parálisis de la obra pública
Las empresas constructoras de Córdoba consideraron que la parálisis de la obra pública anunciada por el ministro Luis Caputo, es una noticia “negativa” al recordar que esas inversiones son dinamizadoras del nivel de actividad y tienen un elevado impacto en materia laboral.
“La decisión no va en el sentido correcto”, indicó a Comercio y Justicia una fuente del sector.
Recordó que dentro de los trabajos públicos, hay diferentes tipos de obras, algunas indispensables que no deberían frenarse.
En paralelo, señaló que la determinación derivará de una ola de despidos en el sector.
No obstante, hay que aclarar que en el caso de la provincia de Córdoba, los proyectos en marcha por parte del Gobierno nacional no eran importantes. De hecho, son contadas las obras que estaban activas en la provincia, financiadas por la Nación.
Por lo demás, la fuente alertó sobre el impacto que tendrá la devaluación sobre los costos de las obras en marcha en la provincia y particularmente a partir del régimen de redeterminación de costos vigente, modificación que fue reclamada en varias oportunidades por la Cámara de la Construcción en función del impacto financiero sobre las empresas.
Cámara de Comercio
Por el contrario, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Natalio Mario Grinman, consideró “muy saludable” que Caputo “haya puesto en un lugar central a la cuestión fiscal”, en línea con lo que ya había hecho el presidente Javier Milei.
El dirigente empresarial, en un comunicado, fue uno de los primeros referentes del sector privado en salir a avalar el paquete de medidas anunciado por el flamante ministro de Economía.
“Es muy bienvenido el anuncio de corrección del abultado desequilibrio de las cuentas públicas, causa de la emisión monetaria que a su vez genera la muy elevada inflación que perturba la vida de todos los argentinos”, dijo Grinman.
El dirigente empresario se refirió así a los anuncios realizados por Caputo, que contemplan una corrección del tipo de cambio a 800 pesos por dólar, el fin del gasto en obra pública, la reducción de subsidios a la energía y el transporte y un incremento en la ayuda social vía Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar, entre otras medidas.
¿Cambio en la fórmula de movilidad previsional?
Dentro del plan de medidas que el ministerio de Economía lanzará para lograr el equilibrio fiscal, el Gobierno busca modificar la actual fórmula de movilidad que actualiza las jubilaciones y otras prestaciones sociales cada tres meses y reemplazarla por un esquema de aumentos por decreto.
La propuesta del ministerio de Economía deberá ser enviada al Congreso, ya que la fórmula de movilidad se rige por ley. La postura del Gobierno es que el mecanismo de actualización vigente no permite alcanzar la estabilidad de las cuentas públicas y por tal motivo debe modificarse por incrementos aleatorios, dictados por el Poder Ejecutivo en base a su propio criterio y no a una fórmula prevista por ley.
La Ley de Movilidad Previsional que determina los ajustes de los haberes establece un porcentaje de incremento trimestral, determinado por la variación de un índice que surge de sumar 50% del aumento trimestral de la recaudación de la Anses por beneficiario y 50% de la variación de los salarios. Para este último ítem, se toma el mayor valor entre el Ripte (Remuneración Imponible para el Trabajador Estable) y el índice general de salarios del Indec.
En la actualidad, la fórmula se aplica para el ajuste de jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y otros beneficios sociales gestionados a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), tales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo.
Con su diseño actual, la fórmula rige desde el 2021, tras la modificación impulsada por el gobierno de Alberto Fernández sobre lo sancionado en 2017 durante la gestión de Mauricio Macri. En ese caso, la fórmula se regía en 70% con base en la inflación y 30% con base en los salarios. Ante el avance de la inflación, constante desde entonces, ni uno ni otro mecanismo han conseguido que los haberes previsionales no pierdan poder adquisitivo frente a los incrementos de precios.
Más cerca o más lejos de los números del Índice de Precios al Consumidor (IPC), ambas fórmulas fallaron al momento de igualar los haberes jubilatorios con el avance acelerado de los precios. Además, el sistema de indexación ajusta con rezago, tomando como referencia la inflación del trimestre previo y todo indica que la inflación para octubre-diciembre será menor a la proyectada para enero a marzo del año próximo, ya durante la presidencia de Milei. Eso indica que, de aplicarse la fórmula vigente, es prácticamente un hecho que las jubilaciones y otros haberes previsionales se seguirán retrasando.