Los dólares paralelos siguen en alza. El blue superó los $1.300 y la brecha con el oficial llegó a 21,7%. En tanto, el Banco Central volvió a vender divisas y las reservas cayeron a niveles de enero de 2024. Urge un acuerdo con el Fondo y que comience a gotear la liquidación del campo. El mercado volvió a pasar factura
Las cotizaciones de los dólares alternativos sostuvieron la tendencia alcista y alcanzaron el nivel de los 1.300 pesos por primera vez en casi seis meses. La demanda se fundamentó en coberturas en dólares que imprime el mercado doméstico ante el esperado nuevo acuerdo que el Gobierno negocia con el FMI (Fondo Monetario Internacional).
El organismo multilateral comunicó que las conversaciones con las autoridades argentinas por un nuevo programa se encuentran “avanzadas” y que el equipo técnico del Fondo está manteniendo consultas con el Directorio Ejecutivo.
En el mercado se especula con que el FMI podría canalizar unos US$8.000 millones para fortalecer las reservas del Banco Central y otros US$12.000 millones a utilizarse para cancelar capital e intereses con el organismo, a acreditarse en tramos por objetivos, esto al margen de los US$44.000 millones de un crédito vigente.
El dólar “blue” ganó 15 pesos en el día, a $1.310 para la venta, en su precio más alto desde el 3 de septiembre de 2024, casi seis meses atrás. En lo que va de marzo mantiene una ganancia de 80 pesos o un 6,5%. Con un dólar mayorista que ayer miércoles terminó estable a $1.071,75, la brecha cambiaria se amplía a 22,2%, la más grande desde el 28 de octubre (23,4%).
En la misma línea que lo que ocurre en el mercado informal, suben las paridades bursátiles del dólar, implícitas en los precios de acciones y bonos que son operados en simultáneo en la plaza local y el exterior. El dólar MEP y el “contado con liquidación” son negociados a $1.304 y $1.305, respectivamente , mediante el Bonar 2030 (AL30) en sus especies “D” y “C”.
Los motivos del alza
Hay que recordar que el dólar libre aún está lejos de su máximo nominal de julio de 2024, cuando llegó a cotizar en los 1.500 pesos. Y en el transcurso de 2025 gana menos de 7%, una tasa que está apenas por encima de la inflación acumulada en el primer trimestre del año.
“Creo que el mercado ya corrigió por ahora, pero si en 15 días no se conoce la letra chica de lo que se firmará con el Fondo habrá un nuevo salto, incluso si lo que se acuerde no le cierra al mercado”, explicó a Comercio y Justicia el economista cordobés Diego Dequino.
Entre los motivos hay un combo que incide en la presión alcista.
La semana pasada, el ministro de Economía, Luis Caputo, no descartó modificaciones al esquema cambiario y abrió la puerta a un esquema de libre flotación en el marco de un nuevo acuerdo con el FMI que aún no terminó de definirse. Ello no significa necesariamente que se prevea una devaluación, pero sí una eventual fluctuación de la divisa en un escenario más flexible. La demanda por cobertura no se hizo esperar y eso se reflejó en la suba del dólar en el mercado de futuros, el ascenso de los dólares libres y también en las ventas oficiales en el mercado de cambios y en la Bolsa -en este último caso, para comprar bonos y mantener a raya las paridades financieras-.
“Todavía se está negociando el monto y el esquema cambiario. Al final de cuentas, el FMI no quiere aumentar la exposición en la Argentina sin garantías”, reportó la consultora EcoGo. “Este cambio abrupto en la narrativa oficial impactó en las expectativas del mercado, llevando a los actores financieros a abandonar el carry y cerrar posiciones”, agregó.
Un dato inquietante es el de la debilidad de las reservas, acentuada en las últimas ruedas con amplias ventas del BCRA en el mercado de contado. La entidad sacrificó más de US$ 1.300 millones en las últimas siete sesiones operativas, a partir del viernes 14 de marzo, inclusive. Se trata de la serie vendedora más abultada desde las 14 ruedas consecutivas con ventas entre el 27 de junio y el 14 de julio de 2023, por un total de 3.133 millones de dólares.
“El Banco Central es el único con disponibilidad de morigerar el mercado, porque también los exportadores han frenado sus liquidaciones parcialmente dado que juegan con un mejor tipo de cambio a corto plazo”, afirmó a Reuters un analista del Banco Macro.
Las reservas internacionales brutas del BCRA cayeron a US$26.441 millones, el stock más bajo desde el 31 de julio de 2024, prácticamente ocho meses atrás, en momentos en que los analistas estiman que las reservas netas rondan unos US$5.000 millones negativos. Las ventas oficiales sin divisas propias vuelve imperativo un acuerdo con el FMI para aportar mayor liquidez y “poder de fuego” sobre el mercado mayorista.
Atraso
El dólar mayorista, ayer a $1.071,75, anotó una suba de 25,1%, desde los $856,50 del 26 de marzo del año pasado. Con una inflación interanual de 66,9% a febrero, evidencia que la inflación en dólares fue de más de 40% en el último año, una dinámica que acrecienta las dudas sobre la consistencia de un esquema cambiario con un 1% mensual de devaluación, como el establecido hace menos de dos meses, que obliga a la vez a mantener el “cepo”.
Esto llevó también a un crecimiento de la brecha cambiaria, otra vez sobre el 20%, que dificulta el desmantelamiento de los controles de cambio sin costos devaluatorios e inflacionarios, como se pretende.
Esta coyuntura ha obligado a los bancos comerciales a incrementar sus tasas por depósitos en pesos, ya que en los últimos tiempos esos fondos han terminado dolarizados. “Hasta días atrás un plazo fijo bancario redituaba un 25% promedio anual y ahora esa tasa ha trepado hasta casi un 30% para depósitos a 30 días, según operadores, con el oficial Banco Nación liderando la tendencia”, precisó Reuters.
Reservas
Mientras, el deterioro en las reservas del Banco Central aceleró para el Gobierno los tiempos en la negociación con el Fondo Monetario, en un contexto de tensiones cambiarias y un mercado inquieto por razones locales y externas. Desde principios de enero, las arcas internacionales brutas cayeron casi US$6.500 millones por motivos como el pago de deuda, intervención en el mercado de “contado con liqui” y también por un menor nivel de encajes por el retiro de depósitos en moneda extranjera.
A mediados de este mes la autoridad monetaria pasó de terminar la gran mayoría de las jornadas con saldo comprador en el mercado oficial a tener que vender dólares para abastecer la demanda en ese segmento. De esa forma, la fragilidad de las reservas se acentuó: durante los últimos meses las arcas también sufrían un goteo, pero el resultado comprador casi ininterrumpido del BCRA calmaba las aguas.
El dato podría ser incluso más crítico ya que esa estimación no contempla las ventas de las últimas jornadas por US$382 millones y también podría haber intervención que haga más pronunciada esa caída. “Si la decisión es postergar cualquier tipo de modificación al esquema cambiario hasta después de las elecciones de octubre (incluso bajo el nuevo acuerdo con el FMI), resulta razonable que el Gobierno busque reestablecer el mecanismo virtuoso que le permitía comprar divisas en el mercado oficial de cambios y mejorar su posición de reservas”, consideró PPI.
Entre las razones que pueden explicar la caída más marcada en las reservas, se puede listar el retroceso en la cantidad depósitos en dólares, que pasaron de US$30.383 millones a US$29.608 millones entre el último día de febrero y el 19 de marzo, una caída de 775 millones. Como los depósitos en dólares tienen encajes que cuentan en las reservas brutas, una caída en esa cifra hace restar la otra. Los encajes cayeron desde 16.425 millones a 15.358 millones.
Una serie de factores podrían compensar esa sangría de reservas. El que está a la vuelta de la esquina es el agro. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reflejó los potenciales resultados que puede dejar la cosecha este año. La cosecha gruesa comenzará en abril pero tradicionalmente tiene mayor fuerza entre mayo y julio, un trimestre en el que se liquida el 43% de los granos de soja, según estimaciones de Javier Preciado Patiño.
Mercados
Por su parte, los mercados operaron ayer en forma negativa, tanto a nivel de las acciones como de los bonos de la deuda.
Los ADRs argentinos retrocedieron en Wall Street, en una jornada difícil marcada por una fuerte caída superior al 2% del índice que nuclea a las tecnológicas, el Nasdaq.
La Bolsa porteña también operó en rojo, tanto en pesos como en dólares, mientras que los bonos, tras un arranque mixto, terminaron la rueda a la baja.
Los títulos soberanos en dólares cerraron con caídas generalizadas de hasta 1,3% encabezadas por el Global 2035, Global 2030 (-1,1%) y el Global 2029 (-0,9%).
Así, el riesgo país medido por el J.P Morgan aumentó una unidad, a 762 puntos básicos.