Los bancos que integran el sistema financiero argentino solicitaron por diferentes vías al Banco Central, dejar sin efecto los plazos fijos atados a la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), esto es a la inflación.
En rigor, ya desde hace tiempo cuesta encontrar en el homebanking de las entidades la posibilidad de constituir un plazo fijo de ese tipo.
El planteo se concreta en el marco de las nuevas medidas tomadas por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, quien la semana pasada lanzó sus primeras medidas cambiarias y monetarias para acompañar el ajuste fiscal del ministerio de Economía.
En el pedido, también incluyen eliminar los créditos a tasa subsidiada para pymes.
Ofrecer ambos productos a sus clientes es obligatorio para los bancos y, por distintos motivos, se trata de negocios con baja rentabilidad y muchos riesgos.
Ante la demanda de los bancos, la única respuesta del Central fue que el ambos temas recién se estudiarán una vez pasadas las urgencias que traerá el durísimo plan para estabilizar la economía, disparado con una devaluación fuerte del peso que garantiza una inflación de dos dígitos por varios meses.
En las últimas semanas, algunos bancos empezaron a “esconder” los plazos fijos conocidos como “UVA+1%” en su homebanking y en las consultas de los clientes. Se trata de un depósito en pesos a 90 días, ajustado por inflación más una tasa del 1% anual, que puede cancelarse en forma anticipada a partir del día 30.
Tras la devaluación, además, los plazos fijos en UVA comenzaron a aparecer dentro de las recomendaciones de inversión. Quienes le creen al plan Bausili, y entienden que la devaluación de esta semana va a dejar el dólar estable por bastante tiempo, no hay tantas opciones para quedarse en pesos y cubierto del salto inflacionario. Y con el adicional de poder precancelar.