El presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Mario Vicens, destacó ayer que ésta fue “la primera vez en cuatro décadas que el sistema financiero argentino no actuó en la crisis como factor de expansión, sino como amortiguador de sus consecuencias”.
Vicens, titular de la asociación que agrupa a los bancos de capitales extranjeros, indicó que desde julio, en el sector financiero se observa un “aumento sostenido de los depósitos, la gradual disminución de las tasas de interés y las compras sistemáticas de divisas por parte del Banco Central”.
El directivo ponderó el “manejo firme pero medido y oportuno” de las políticas cambiaria y monetaria, lo que contribuyó “decisivamente a preservar la estabilidad financiera y las bases sobre las que puede restablecerse el crecimiento del crédito”.
“El mundo ofrece nuevamente un panorama favorable para el país”, ya que “los productos que la Argentina produce y exporta mantienen precios muy interesantes”, indicó el banquero en el marco de un cóctel con periodistas para despedir el año.