Volvieron los cacerolazos. Como en pleno 2001, las cacerolas -forma de expresión de las clases medias contra De la Rúa- volvieron a relucir convocada en apoyo a la protesta del campo. Además de en Buenos Aires y otras ciudades argentinas, en Córdoba se reunieron “caceroleros” en localidades del interior y en Plaza España, en Nueva Córdoba.
Por otra parte, el desabastecimiento se sintió en Córdoba. Héctor Del Campillo, titular de la Cámara de Supermercados de Córdoba, admitió que, a partir del anuncio realizado por los dirigentes agropecuarios de que permitirán el tráfico de leche y la venta de productos perecederos, podrían rever la posibilidad anunciada previamente de realizar denuncias por el desabastecimiento. El diputado nacional y dirigente de la entidad supermercadista, había anunciado que tenían previsto iniciar acciones legales porque “están impidiendo el trabajo de los choferes y -fundamentalmente- se ha debido tirar mercaderías perecederas, cuando en la Argentina hay chicos que se mueren de hambre”.
Del Campillo se manifestó “preocupado” por el discurso de la presidenta Cristina Fernández. “Parece que no toma conciencia de lo riesgoso del asunto. Esperaba un discurso de mayor apertura al diálogo. Sin embargo, aclaró que la aclaración realizada por los dirigentes agropecuarios es “una lucecita dentro de la situación negra, espero que puedan cumplirla”.
Un punto donde se concentrará hoy la protesta en la ciudad es en Mercado de Abasto. El presidente de Federación Agraria Argentina de Córdoba, Agustín Pizzichini, sostuvo que los puesteros no llevarán mercaderías al Mercado. No obstante, desde la Municipalidad de Córdoba, el subsecretario de Mercado de Abasto, Marcelo Lavó, sostuvo que el centro comercial “trabajará normalmente”. Hoy a la mañana el centro cordobés será testigo de un tractorazo, convocado por las entidades agropecuarias. Este se concentrará en la Avenida Chacabuco, a la espera que el gobernador Schiaretti los reciba. “La actitud del Gobernador no conforma al campo”, sostuvo ayer Agustín Pizzichini.