Aun con la incertidumbre del momento, hay gran optimismo para 2022

El índice de confianza de los industriales cordobeses alcanzó el máximo de los últimos cuatro años. Se trabaja “a full” y se suma a personal, se confía en sostener la rentabilidad y en ampliar los negocios durante el año que acaba de empezar. Por supuesto, hay muchos interrogantes sobre covid, FMI, dólar, financiamiento y comercio exterior

El Índice de Confianza Empresaria de los industriales metalúrgicos cordobeses llegó sobre el fin de 2021 al máximo de los últimos cuatro años, 36% por encima del nivel registrado un año atrás, casi 30 puntos por encima de lo de dos años atrás y 35 puntos por encima del nivel registrado hace tres años. Hay que remontarse al mismo período del año 2017 para encontrar cifras similares.

“Esta mejora está dada menos por mejora de expectativas que por mejora de la percepción sobre la situación actual, tanto del sector como de la economía provincial y de la economía nacional, en ese orden. A tal punto que la diferencia entre el componente de expectativas y el componente de percepción sobre situación actual tuvo en diciembre pasado uno de los menores valores de los últimos diez años”, explicó ayer el economista Gastón Utrera, autor del estudio.

La confianza empresarial tiene directa relación además con datos objetivos que refieren a actividad en alza y creación de puestos de trabajo en el sector, en particular en todo el complejo metalmecánico, vinculado con el importante crecimiento de la producción de la industria automotriz y de maquinaria agrícola.

Pero además de los datos objetivos, ocurre en el caso una confluencia con las expectativas, que dependen de la subjetividad de los industriales. “Las expectativas sobre la macroeconomía son moderadamente optimistas en lo referido al crecimiento económico y

pesimistas en lo referido a la inflación”, advirtió el economista. Esto es así porque la mitad de los consultados por el sondeo encargado por la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Componentes (CIMCC) para realizar el estudio del Observatorio Metalúrgico, “cree que será mayor la actividad en 2022 que en 2021”, contra 22% que cree que será inferior. En el caso de la inflación, una absoluta mayoría de consultados (casi 77%) cree que será mayor este año que la del año pasado.

Pero volviendo a los datos duros, surge a las claras el porqué del optimismo: durante el tercer cuatrimestre del año, 61% de las empresas metalúrgicas cordobesas produjo más que un año atrás. “Es el máximo porcentaje en la historia del Observatorio”, acotó Utrera. “El 26,3% tuvo el mismo nivel de producción y sólo 11,6% tuvo menor producción”.

Por supuesto, no hay forma de sostener esa producción sin más empleo y durante el tercer cuatrimestre del año, 33,7% de las empresas metalúrgicas cordobesas incorporó más empleados que los que tenía un año atrás. También en este caso estamos ante “el máximo porcentaje en la historia del Observatorio”. Casi 55% mantuvo la misma dotación de personal y poco más de 10% redujo plantilla.

En cuanto a la rentabilidad, ítem que no depende sólo de la producción sino del tipo de cambio y de otras condiciones, se reveló que hacia el fin de 2021 menos de 30% de las empresas metalúrgicas cordobesas tuvo menor rentabilidad que un año atrás. En este caso, estamos ante el menor porcentaje en la historia del Observatorio, se señaló. Los otros dos tercios se reparten entre quienes mantuvieron su tasa de rentabilidad y quienes la sobrepasaron.

Así las cosas, “las expectativas sobre producción y rentabilidad para 2022 son moderadamente optimistas entre los industriales metalúrgicos de Córdoba”, puntualizó el informe de ayer. En concreto, casi 54% de los consultados cree que en 2022 tendrá mayor producción que en 2021 y 30,5% cree que a final de año tendrá mayor cantidad de trabajadores que a fines del año pasado.

Sobre rentabilidad, más de 46% de los metalúrgicos cordobeses tiene expectativas de aumento, frente a 37,9% que cree que la rentabilidad se mantendrá y 12,6%, que se reducirá.

El informe precisó que durante los últimos cuatro meses de 2021, excepto en el segmento de autopartistas que proveen a terminales automotrices -donde las situaciones estuvieron divididas-, en el resto de los segmentos de la industria metalúrgica fue mayor el porcentaje de empresas con aumento de ventas que con disminución, en comparación con un año atrás.

Los porcentajes de empresas con aumentos de ventas con relación al año previo fueron, en orden de mejor desempeño al peor: 63% entre las empresas que proveen a agropartistas; 60% entre las que proveen al mercado de reposición de agropartes; 51,4% entre las que proveen a fabricantes de maquinaria agrícola; 50% entre aquellas que proveen al mercado de reposición de autopartes y 47,8% entre las que proveen a empresas autopartistas.

Los menores porcentajes de empresas con aumento de ventas corresponden a los segmentos de empresas que proveen a terminales automotrices (33,3% con aumentos de ventas) y de empresas que proveen a la construcción (34,2%) y al mercado de petróleo, gas y minería (46,7%). No obstante, en estos dos últimos grupos de empresas sólo 2% de las consultadas tuvo menores ventas que durante la misma época del año anterior.

Las expectativas de ventas para este año que recién se inicia son mayoritariamente positivas en los segmentos vinculados con la maquinaria agrícola y el mercado automotor. En esos dos complejos industriales, 47% de las empresas registra expectativas positivas de aumento de ventas. Un rango menor (casi 37%) se da entre las empresas metalúrgicas que proveen a la construcción y casi 27%, entre firmas que trabajan con la industria de petróleo, gas y minería.

"El optimismo en el industrial metalúrgico es tradicional. Siempre esperamos lo mejor del futuro próximo", había expresado Eduardo Borri, titular de la CIMCC en la presentación del informe anterior. En esa oportunidad explicó que "con el Gobierno nacional hay un ida y vuelta, hay avances. Soy optimista, hay varios temas en agenda y de a poco avanzaremos en lo que falta", subrayó cuando se le preguntó por la agenda de trabajo de las cámaras con el Gobierno, en particular por normativas que todavía espera el sector.

Ayer, la conclusión del informe, que fue acompañado además por la titular de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Afamac), Luciana Mengo -además de otros dirigentes-, se sintetizó en dos palabras: mucho “optimismo” pero también mucha “incertidumbre”. Esta última, derivada de muchos factores: en primer lugar el coronavirus, en segundo lugar si habrá acuerdo o no con el Fondo Monetario Internacional, en tercero el interrogante sobre el tipo de cambio… Y las incertidumbres siguen: financiamiento, tasa de interés, retenciones, comercio exterior.

Aun con la incertidumbre del momento, hay gran optimismo para 2022

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