El secretario de Industria de la Nación, Ariel Schale, protagonizó en las últimas horas una nueva disputa con las terminales automotrices radicadas en el país, en el marco de la tensión entre el Gobierno y las empresas del sector por el consumo de divisas.
En marzo pasado, Schale se destacó por un discurso durante el lanzamiento de una nueva moto de Honda, en Campana (Buenos Aires). A la hora de subir al estrado, intimó a la marca japonesa a volver a fabricar autos en Argentina -dejó de producir la SUV HR-V hace un año-.
Ahora, a Schale se le adjudica otro ultimátum: “Si no fabrican la pintura, van a tener que vender autos color chapa”. La frase la habría pronunciado el viernes pasado, afirmó el portal especializado Autoblog, durante una reunión con ejecutivos de las terminales automotrices agrupadas en la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). Schale confirmó ese encuentro y dijo que el objetivo de la reunión fue “seguir potenciando el proceso de integración de autopartes nacionales en nuestras terminales”.
Sin embargo, el diario Ámbito Financiero recogió testimonios de los participantes de ese encuentro y los publicó en su edición de ayer. Luego del cierre de las fábricas de pintura para autos Axalta y Basf en Argentina, que se anunció el año pasado, ahora Schale les propuso a las automotrices que fabriquen sus propias pinturas, para evitar traer las importadas: “Si no desarrollan una fábrica nacional de pintura, hablen con las concesionarias porque, desde el año que viene, van a tener que vender autos color chapa”, habría dicho.