La moneda local fue la que más se fortaleció con respecto al dólar, lo que favoreció la compra de maquinarias.
Aunque insuficiente para incrementar con holgura la capacidad instalada en el país, la inversión viene creciendo lenta pero sostenidamente en los últimos meses, sobre todo en lo que respecta a bienes de capital y construcción. Buena parte de esa dinámica inversora está asentada en la apreciación real del tipo de cambio, que dinamiza las compras de equipos importados. De todos modos, el aumento de la inversión es genuino, como se evidencia al analizar su creciente peso con relación al Producto Bruto Interno (PBI).
El peso argentino fue una de las monedas que más se apreció en los últimos meses con respecto al dólar: lo hizo 15% con relación a la divisa norteamericana y dejó así en segundo plano el lote de divisas provenientes del sudeste asiático.
Entre las monedas consideradas “fuertes” se destacó lo ocurrido con el yen, que se apreció 9%, y el rublo ruso, que lo hizo 8,1%. En cuanto a las latinoamericanas, sobresalió la evolución del peso mexicano y del chileno, que avanzaron poco más de 7%, y del real brasileño, que lo hizo 5,9%. A diferencia de estas monedas, el euro se depreció 8,7% con respecto al dólar.
Consecuencias
Esta revaluación de la moneda nacional impacta positivamente en algunos sectores de la economía local, entre ellos los importadores, quienes tienen que dar menos pesos por las compras que realizan. Esta situación alienta la compra de maquinaria y productos tecnológicos.
De hecho, esto se advierte con claridad en la lenta recuperación de la inversión que se está dando en el país. De acuerdo con datos de la consultora de Orlando Ferreres, ésta llegó en noviembre a 7.168 millones de dólares, lo que significó un incremento de 16,7% en comparación con igual período de 2009.
De esta manera, la participación de la inversión en el PBI mostró otro leve incremento: llegó a 23,6% el mes pasado, mientras que en el primer trimestre del año se ubicó en 21,6%. “Medida en dólares, la inversión registró en el mes de noviembre su nivel máximo. En lo que va de 2010 acumula una expansión del 14,9% anual”, precisó el informe privado.
La inversión en construcción creció 7% el mes pasado. La buena dinámica inversora que evidencia el sector se vincula con la recuperación de la actividad. De hecho, en noviembre los despachos de cemento alcanzaron su máximo histórico, al tiempo que la demanda de ladrillos y revestimientos cerámicos acumularon en lo que va del año crecimientos interanuales de 10,4% y 13,8% respectivamente.
De todas formas, la inversión en maquinaria y equipo sigue siendo el rubro de mayor crecimiento, ya que en noviembre se expandió 31,7%.