Luego de la corrida cambiaria del martes, el Gobierno busca reducir la dependencia del dólar pasando a yuanes el comercio con el gigante asiático. Busca agilizar importaciones para morigerar el efecto del desabastecimiento en la inflación
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer que se alcanzó un acuerdo -con la participación del Banco Popular de China, el Banco Central y un grupo de empresas argentinas- por el que se pondrá en marcha un sistema de autorización de importaciones con plazos más cortos y que éstas serán pagadas directamente con yuanes, lo que le evitará a Argentina el uso de dólares para financiar esas compras al exterior.
El anuncio fue realizado en el Palacio de Hacienda, en un acto en el que participó el embajador de Chino en el país, Zou Xiaoli, y un grupo de funcionarios argentinos, entre ellos el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, los secretarios de Política Económica, Gabriel Rubinstein, y de Comercio, Matías Tombolini, y el titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Guillermo Michel.
Tranquilidad
El ministro dijo que esto “nos permite para los próximos meses trabajar en la posibilidad de adelantar el ritmo de importaciones, la gran mayoría de estas autorizaciones se trabajaban a 180 días y con los yuanes se trabajan a 90 días, y de programar un volumen de importaciones en yuanes por más de US$1.000 millones a partir del mes que viene, que reemplazan el uso de dólares de la Argentina”. Aseguró además que “esto mejora la perspectiva de reservas de la Argentina en términos de reservas netas” y “nos da mayor libertad”.
En estos días tan convulsionados, dijo que el acuerdo “agrega capacidad de funcionamiento desde el Banco Central [cuando] tuvimos que tomar la decisión de intervenir frente a aquellos que pensando que no teníamos capacidad económica como Estado, especularon y sobreespecularon”, afirmó.
Asimismo, sostuvo que “de alguna manera también nos permite mantener el nivel de actividad, el volumen de importaciones, el ritmo de comercio entre Argentina y China, y los niveles de funcionamiento económico que la Argentina necesita”.
”Esta liberación de obligaciones de pago del Banco Central, no solamente de un stock sino del flujo, es mayor fortaleza para las reservas, mayor capacidad de intervención del Estado, mayor libertad de nuestra economía y por sobre todas las cosas es la garantía de seguir produciendo con bienes intermedios que se importan de China y que además ya no sufren el proceso de triangulación que en algunos casos habíamos detectado”, concluyó.
La visión china
Por su parte el embajador chino Zou Xiaoli aseguró que este acuerdo tendrá como objetivo “seguir fortaleciendo la cooperación entre China y Argentina y refleja la relación estratégica y la complementariedad entre Argentina y China, eso se reflejó en la visita del presidente Alberto Fernández a China”.
“China presta mucha atención al comercio bilateral con la Argentina. Damos importancia al swap que venimos trabajando, deseando trabajar conjuntamente para proteger y desarrollar nuestros mercados globales y las empresas para que puedan usar monedas locales y reducir riesgos y costos”, mencionó el representante del gobierno chino.
“En 2020 el Banco Popular y el BCRA firmaron el nuevo acuerdo para establecer nuevos tramos de swap. Venimos trabajando de forma estrecha para intercambiar datos e información. Tenemos confianza en que Argentina pueda mantener su estabilidad económica y financiera”, concluyó.
Algunos números
A partir de la puesta en marcha de inspecciones aduaneras, el monitor de solicitudes de importaciones, el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que administran la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Secretaría de Comercio y el BCRA, se registró un crecimiento de la utilización de yuanes para el pago de importaciones desde la propia China. Ese número se multiplicó por ocho. “Sólo en lo que va de abril se autorizaron SIRA en yuanes por el equivalente a US$217 millones, contra los US$29 millones de enero”, precisan los datos oficiales.
Del mismo modo, también aumentó la cantidad de trámites de SIRA en yuanes, que pasaron de 206 en enero a 325 en febrero, 388 en marzo y 517 en abril, acumulando 1.436 trámites en lo que va del año. En 2023 se han analizado 4.803 destinaciones por US$287.781.648 de importaciones de mercadería fabricada en China y refacturada en países europeos.
Puesto en números, el nuevo tramo del swap que anunció el Ministerio de Economía implica el pago de importaciones con yuanes por un equivalente a US$1.040 millones para mayo, y que en los próximos meses haya un mínimo de compras a ese país pagadas en yuanes por un valor igual a unos US$790 millones mensuales.
Bajó el dólar blue después de dos días de “furia”
Ayer miércoles fue un día de sosiego en el mercado cambiario porque cayó la cotización del dólar libre, luego de la escalada que lo llevó a casi $500 el martes. “Tuvimos que intervenir ante aquellos que sobreespecularon, esto nos va a dar más libertad”, dijo Massa.
El blue registró así una caída de 22 pesos y mostró la primera baja importante luego de una semana de suma tensión en el mercado cambiario. Así, la divisa en el paralelo costó 473 pesos, después de haber rozado 500 el martes.
Ayer llegó a bajar hasta $467 en el tramo vendedor para finalmente cerrar seis pesos más arriba; para la compra terminó en $468. La brecha cambiaria entre los dólares paralelo y oficial bajó hasta 114,4%.
La fuerte caída de la divisa estadounidense en el mercado ilegal ocurrió luego de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) intervino sobre los dólares financieros, reduciendo el precio del dólar MEP en 0,20% este miércoles, hasta $446,43.
Para ello, el BCRA utilizó bonos y reservas, según indicaron, logrando posicionar la brecha en el caso del dólar bolsa en 101,3%, mientras que el contado con liquidación (CCL) bajó a $458,11 y el spread con el oficial se ubica en 106,8%.
De esta forma, el Gobierno nacional logró frenar la suba del blue iniciada el 10 de abril, profundizada desde el martes de la semana pasada. Esa maniobra significó violar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y dar por tierra con la principal ayuda disponible.