El Estado entró en una fase en la que el crecimiento del gasto público supera al de los ingresos, por lo que las finanzas oficiales “conducen al país a una crisis económica”.
Así lo asegura un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), que añade que se trata de “una evidencia de que el Estado sigue siendo estructuralmente insolvente”.
Aunque en los últimos años la “caja” fiscal mostró superávit, los mecanismos utilizados para alcanzarlo denotan “gran fragilidad”.
El informe argumenta que las formas de engrosar la “caja” han sido -fundamentalmente- la apropiación de recursos de las provincias y del régimen de jubilación privado, así como la distorsión de los índices que actualizan la deuda pública. Idesa afirma que si se excluyen los aportes de las AFJP y las devoluciones de impuestos, cuyo pago fue diferido, los ingresos fiscales crecen menos que la inflación. Mientras tanto, el gasto público mantiene la inercia de crecer a ritmo muy elevado.
Ésas, según Idesa, son evidencias de que la insolvencia fiscal sigue siendo un problema estructural.