Lo prevé el proyecto de Presupuesto 2019 ingresado al Congreso. Ese porcentual está fijado como límite pero su sola mención puso en alerta al conjunto de actores del sector del país
El conjunto de actores que forman el campo del comercio exterior en la Argentina no sale de su asombro al confirmarse en las últimas horas que el proyecto de Presupuesto 2019 que presentó este lunes el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne en Diputados prevé la posibilidad de extender el cobro de derechos de exportación por hasta 33% del valor de lo despachado.
El artículo 83 del plan de ingresos y egresos que presentó el ministro en el Congreso estipula que “se podrán fijar derechos de exportación cuya alícuota no podrá superar el 33 por ciento, del valor imponible o del precio oficial FOB”. Esta previsión se establece “en el marco de las facultades acordadas al Poder Ejecutivo Nacional (PEN) mediante los Artículos 755 y concordantes de la Ley Nº 22.415 (Código Aduanero) y sus modificaciones”.
Con esto, el nuevo impuesto transitorio creado en las últimas semanas por el gobierno de Mauricio Macri, que estableció un pago de cuatro pesos por cada dólar exportado para productos primarios o de bajo agregado de valor, y de tres pesos para los industrializados, podría no ser tan transitorio ni tan sólo limitado al valor mencionado, fácilmente “licuable” según la evolución del tipo de cambio.
Vale recordar que al mismo tiempo que presentó el nuevo impuesto, el Gobierno bajó relativamente algunas retenciones. En el caso de la soja y sus derivados, se redujeron las alícuotas a 18 por ciento, y es sobre el saldo de ese precio que se dispuso aplicar este nuevo sistema de cuatro pesos por dólar.
No obstante, luego el Boletín Oficial reveló una alícuota de 12%, ya no sólo del impuesto nominado en pesos. Este detalle es el que ahora termina explicitándose en el proyecto de Presupuesto nacional para 2019.
Por supuesto, despierta inquietud en diversos actores económicos (no sólo en el campo) por la posibilidad de aumentar las retenciones, hoy vigentes hasta en la exportación de servicios y productos industriales, incluidos los autos -por ejemplo-.
Si algún elemento le faltaba a la coyuntura actual de valor incierto de la moneda, precio volátil de los insumos, corrida cambiaria y suba de tasas, es la posibilidad de otro impuestazo sobre la producción. Y el Gobierno lo dejó escrito.