Alto nivel de inflación y fuerte desaceleración en el crecimiento de la economía. El sombrío panorama a futuro fue parte de las conclusiones de Gustavo Reyes, investigador del Ieral Mendoza, quien ayer disertó en el marco del almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea.
“La incertidumbre macroeconómica, el alto índice de inflación, el conflicto entre el Gobierno nacional y el sector agropecuario y la fuga de capitales; están produciendo un ‘aterrizaje forzoso’ de la economía”, graficó el economista al realizar un recorrido teórico por los acontecimientos desencadenados desde los últimos meses del año pasado.
Según el investigador, los principales problemas a los que se enfrentaba la presidenta Cristina Fernández en el inicio de su mandato eran tres: la creciente demanda doméstica que se elevaba cinco veces por encima de la capacidad productiva generando escasez e inflación; la falta de infraestructura, principalmente en materia energética y el aumento veloz del gasto público que ronda actualmente en torno al 40%.
Sin embargo, “la falta de señales del Gobierno para resolver estos inconvenientes, generó dos corridas bancarias en un año”, aseguró.
Esa crisis financiera originada “por una alta incertidumbre, la caída de los depósitos, la fuga de capitales, el refugio de los ahorros en moneda extranjera y la explosión de las tasas de interés, hizo que se detuvieran las inversiones, se redujera el gasto doméstico y se acelerara el proceso de enfriamiento de la economía. Y en ese contexto, lo único que hizo el Gobierno fue vender dólares”, expresó Reyes.
De esta manera, “las expectativas y la política fiscal favorecen las subas de precios”, indicó.
Efectos indeseados
En este contexto macroeconómico, el Ieral anticipa un crecimiento de la tasa de inflación para junio, en base a datos proporcionados por la Universidad Torcuato Di Tella, que promedia el 35% anual.
El dato, sumado a la caída del índice de confianza del consumidor que lo ubica en un 37% (en enero estaba en 54%) y la baja en el índice de confianza en el Gobierno que se encuentra en el punto más bajo desde la asunción de la nueva gestión, marca “el camino perfecto al estancamiento”, expresó Reyes.
Asimismo, pronosticó que “mientras mayor es la tasa de inflación, menor es el tipo de cambio real, lo que determina una caída en el superávit fiscal y comercial; mayores son las expectativas de devaluación, lo que origina mayores tasas de interés y más salidas de capitales; y determina una caída en los salarios reales y un aumento en el nivel de pobreza”.