Más endurecimiento de la política fiscal, controlar el gasto social y las tarifas de energía y limitar la emisión monetaria del Banco Central para financiar al Tesoro son algunos de los puntos clave. El desembolso depende de la aprobación del Board y se concretaría después de las PASO.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina llegaron el viernes a un acuerdo técnico sobre la revisión de los objetivos y las metas del acuerdo de refinanciación de la deuda contraída en 2018 con el organismo. Con esta nueva revisión, que tendrá ahora que ser ratificada por el Directorio Ejecutivo del FMI, Argentina recibirá un desembolso de US$ 7.500 millones.
En un comunicado, el FMI recuerda que este es un acuerdo a “nivel de personal técnico” sobre las quinta y sexta revisiones en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado del FMI (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina, alcanzado en 2022.
El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas. Una vez completadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de US$ 7.500 millones. Se espera que la próxima revisión tenga lugar en noviembre.
El FMI reconoce que desde la finalización de la cuarta revisión del acuerdo el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto “muy desafiante” y no se pudieron cumplir los objetivos clave del programa hasta finales de junio -déficit fiscal, financiamiento monetario al Tesoro y acumulación de reservas- debido sobre todo al impacto mayor de lo previsto de la sequía.
El FMI también lo atribuye, no obstante, “a los desvíos y retrasos en las políticas” que debe aplicar el Gobierno argentino.
El acuerdo incluye un “conjunto secuencial de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo la infraestructura crítica y el gasto social”. Estos pasos están destinados a “fortalecer el programa”.
El acuerdo mantiene a flote el programa económico hasta el próximo cambio de gobierno, aportando un hilo de estabilidad durante las elecciones presidenciales y un punto final a más tres meses de discusiones entre el staff del organismo y el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, un ida y vuelta que se estiró más de lo previsto, tensionó a la economía y le sumó presión al dólar.
Con el comunicado del FMI finaliza una de las negociaciones más extensas y complejas que ha tenido Argentina con el staff del organismo. Además del duro impacto de la sequía en la economía, se sumó el drenaje casi total de las reservas del Banco Central, la trepada de las cotizaciones paralelas del dólar y el anuncio de la candidatura presidencial de Massa.
En suma, con este nuevo acuerdo, Argentina obtiene un puente hasta el cambio de gobierno que permitirá evitar caer en atrasos en los pagos al FMI, a la vez que Massa y el oficialismo se garantizan una inyección mínima de dólares para evitar sobresaltos adicionales durante la campaña.
Más ajuste
El Gobierno y el FMI acordaron mantener la meta de déficit fiscal en el 1,9% del PBI para este año, un objetivo que demandará un mayor ajuste y un mayor control del gasto en el segundo semestre, justo en medio de la campaña electoral.
El país recibirá un desembolso de US$ 7.500 millones en agosto, inferior al adelanto de fondos, o “frontloading”, que buscaba Massa, equivalente a los giros del resto del año, que suman algo más de US$ 10.000 millones.
Pese a ello, el FMI avaló que continúen las intervenciones para contener las cotizaciones paralelas del dólar cuando se den “condiciones desordenadas”, un objetivo prioritario que el Gobierno consiguió en la negociación. El nuevo acuerdo, remarcó el FMI, “está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas”, además de la aprobación del Directorio Ejecutivo, que entró en receso ayer viernes por dos semanas.
Por esto, la letra chica de los cambios al programa económico se conocerá recién en la segunda quincena de agosto, después de las primarias presidenciales del 13 de agosto en las que compite Massa, cuando el board regrese de sus vacaciones, le dé la aprobación final al acuerdo técnico, o staff level agreement, y difunda el informe de los funcionarios del FMI con su análisis sobre la economía.
Además de la devaluación fiscal anunciada la semana anterior, el FMI dijo que será necesario “contener el crecimiento de la masa salarial”, actualizar las tarifas de energía, y “fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales”.
Dada la demora en las negociaciones y el receso del board, el Ministerio de Economía dijo que orquestó una “operación puente” con otros organismos multilaterales para conseguir el dinero para cancelar dos vencimientos con el FMI esta semana, que suman alrededor de US$ 3.500 millones.
De ese modo se llegó a que Argentina recibirá US$1.000 millones de la Corporación Andina de Fomento (CAF), tras la aprobación del crédito el viernes por parte del Directorio de esa entidad. Se trata de un crédito puente que permitirá a la Argentina pagar parte de los US$3.400 millones que deber afrontar en vencimientos con el FMI entre este viernes y los primeros días de agosto.
El acuerdo, punto por punto
- Déficit fiscal
- El Gobierno ratificó su pauta de déficit fiscal primario para 2023 en un 1,9% del PBI.
- Gasto público
- Se describe un conjunto de esquemas de política ortodoxa: el Gobierno deberá “focalizar mejor” la asistencia social y “racionalizar” las transferencias a provincias y a empresas estatales.
- Reservas
- En lugar de la meta de US$ 8.000 millones que se había establecido en la cuarta revisión del FMI, el nuevo acuerdo fija un objetivo de acumulación de reservas de US$ 1.000 millones para fin de este año.
- Emisión
- El FMI insiste en limitar la emisión monetaria por parte del BCRA para financiar al Tesoro. Que el BCRA no recurra a la “maquinita” para financiar el déficit.
- Intervención
- El acuerdo no prohíbe explícitamente al Gobierno su intervención en compra y venta de bonos, que es el mecanismo al que apela el BCRA para contener las cotizaciones de los tipos de cambio y poner un techo a la brecha cambiaria. Sin embargo, el planteo del FMI es que esas intervenciones “se centrarán en garantizar el funcionamiento normal del mercado”.
Algunas lecturas
Las cámaras empresariales y los analistas económicos recibieron como una buena noticia que finalmente se haya concretado el acuerdo con el FMI. Sin embargo, aclararon que no se cumplió la promesa del ministro de Economía, Sergio Massa, de que habría un adelanto de desembolsos, y creen que la decisión final que tome el directorio del FMI dependerá del resultado de las elecciones primarias.
“Mi interpretación es que el Fondo les dice que va a tomar la decisión con la foto de las PASO y que el Gobierno se tiene que arreglar solo para llegar a las elecciones. Si quieren usar dinero para intervenir en los paralelos, no es asunto del Fondo, porque ellos siguen cobrando los vencimientos. El desembolso de US$ 4000 millones que tenía que ser en junio también se pasó para después de las PASO. Mientras tanto, la Argentina tiene que seguir pagando”, opinó Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
Para el economista, el Fondo siempre perdona los incumplimientos y otorga waivers (exenciones), hasta que hay un hecho político que genera un cambio. “Al fin y al cabo, el Fondo es una institución política y el hecho político que pueda haber o no es un dato electoral contundente en las PASO. Si eso no ocurre, todo seguirá su marcha, y si hay un hecho político contundente, el Fondo reverá, como hizo en su momento en 2019″, agregó.
La economista María Castiglioni dijo que el FMI “le tiró un par de palos” a la Argentina respecto de que sigue aumentando la cantidad de tipos de cambio y de que se desvió del gasto con los salarios del sector público. “Cuando uno mira todos los gastos del Estado, las transferencias automáticas y los gastos excepcionales aumentaron en estos meses. En cuanto al déficit fiscal, el Fondo se puso firme y creo que por ahí pasó la discusión, para mantener la meta de 1,9% de déficit primario. Creo que eso llevó también a que la Argentina lo cumpla vía más impuestos”, indicó.