Si la coyuntura golpea fuertemente a las pymes en general, la situación de las expendedoras de combustible “sin bandera” es “grave”. Sufren las consecuencias del desacuerdo entre el Gobierno y las petroleras. Y todas comienzan a sentir los efectos de la recesión
Por Javier De Pascuale – [email protected]
“Algo tienen que hacer desde el Gobierno nacional. Y lo tienen que hacer ya. O autorizan el aumento de los precios al nivel que corresponde o acuerdan con las petroleras el suministro, pero así no se puede seguir”, brama el flamante presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro de la República (Fecac), representante de un sector de la actividad especialmente golpeado por una coyuntura que pone a muchas empresas al borde del abismo del cierre y -en los últimos días, con el desabastecimiento de combustibles claves- parece darles un empujoncito.
El aumento de precios de los combustibles autorizado y vigente desde ayer, de cinco puntos para el caso de la nafta súper y el diésel común y de ocho, para el caso de la nafta y el diésel premium, no resuelve la problemática que aqueja a más de 120 estaciones de servicio de toda la provincia, algunas de las cuales ya están aplicando medidas varias para capear la crisis, desde adelanto de vacaciones a su personal hasta acuerdos por suspensiones de sus trabajadores, para todo un mes.
El problema “es grave”, reconoce la cámara que agrupa a los estacioneros y afecta a uno de cada cinco asociados a esa organización.
La interminable corrida del dólar y el “atraso” relativo en los precios de los combustibles líquidos respecto de los niveles acordados con el Gobierno 60 días atrás, agravó a límites insospechados hasta hace poco tiempo la relación entre el Gobierno y las petroleras. La crisis eyectó a Juan José Aranguren de la cartera de Energía y la agenda explosiva que enfrenta el nuevo ministro, Javier Iguacel, causó en las últimas tres semanas las primeras víctimas: las estaciones de servicio sin bandera, propiedad de empresarios pyme que quedaron como primeras víctimas de lo que hasta el momento parece una “guerra fría” entre petroleras y Gobierno.
Las primeras restringen al máximo la distribución de combustibles, presionando de este modo al Gobierno a avalar los aumentos ya en carpeta, que superan largamente lo vigente desde ayer, al tiempo que cortan directamente la distribución a estaciones de servicio no propias.
La Fecac reiteró la denuncia en las últimas horas, reclamando junto a la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) una audiencia al ministro Iguacel. “Estamos trabajando fuertemente para solucionar estos inconvenientes, pero los canales mayoristas no están respondiendo”, informa una Fecac, donde los dientes apretados preceden a la eliminación de la Selección del Mundial de Rusia.
La entidad, que el pasado viernes renovó autoridades y estableció a Gabriel Bornoroni al frente (autor de la frase de inicio de esta nota), acaba de publicar un lapidario informe que revela a cuánto asciende la caída en la venta (ver aparte). “Realmente sorprende, es muy fuerte”, reconoce Bornoroni.
“El detonante en la baja de las ventas también radica por supuesto en que las petroleras hoy no venden la cantidad de productos que el sistema está pidiendo porque los precios siguen desactualizados. Ellas restringen los canales mayoristas, y luego los canales mayoristas restringen el expendio, fundamentalmente a las estaciones de bandera blanca”, abundó.
Ventas por el piso, también en naftas los despachos de combustible caen fuertemente por la crisis
El informe mensual que elabora la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac) reveló que, durante mayo de este año, el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos (gasoil más naftas) en estaciones de servicio en la provincia de Córdoba tuvo una caída de 15,4% en comparación con mayo de 2017.
La disminución corresponde en 1,8% a las naftas y 26,1% al gasoil; mientras que en el caso de las ventas de GNC se redujeron 13,1% en igual período.
“La caída abrupta del gasoil marca una tendencia. Se trata de un producto que se utiliza para el trabajo, lo que evidencia que existe menos movimiento en el sector de la producción y, por ende, se consume menos”, explicó Gabriel Bornoroni, titular de Fecac, donde se mira con preocupación el futuro de los próximos meses, si se confirman las previsiones de recesión económica alertadas por diversas consultoras económicas y admitidas en la última semana por el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, y por el ministro de Economía, Nicolás Dujovne.“Aun con la suba de ayer, el atraso de los precios supera 20%”
Para la federación que reúne a los estacioneros del centro del país “el atraso en los precios de los combustibles supera hoy el 20%, aún con el aumento vigente desde ayer. Y no lo digo yo, ni lo dice Fecac, lo dicta un estudio económico que toma tres variables, el precio internacional del crudo, el valor del dólar y el precio de los biocombustibles, que confirmaba al viernes pasado un atraso del 25%. El aumento de ayer no lo resolvió”, dice el nuevo titular de la Federación, Gabriel Bornoroni.
La entidad dice que las petroleras están comprando el crudo más caro en relación al precio en que lo venden en el país. “Teniendo en cuenta la incidencia de los elementos citados, más los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre los precios internos de los combustibles, es posible estimar el atraso de los precios en surtidor con relación a los precios teóricos, es decir, con relación a los precios que existirían en caso de ausencia de intervenciones o acuerdos de precios impulsados por el Ministerio de Energía”, precisó el informe que confecciona la consultora Economics Trends para la entidad.
En ese sentido, y con información al 26 de junio pasado, el atraso estimado por la Fecac en los precios de los combustibles en Córdoba es de 25,8% en el caso del gasoil grado 2; 26,4% en el caso del gasoil grado 3; 27,1% en el caso de la nafta súper; y 27,5% en el caso de la nafta premium.
Cabe destacar que, a diferencia de meses anteriores, el precio de las naftas en Argentina estuvo por debajo de la mayoría de los países de la región, 1,01 dólares por litro. Fue superado por Paraguay (1,08 dólares por litro), Perú (1,10 dólares por litro), Brasil (1,22 dólares por litro) y Chile (1,31 dólares por litro). Lo mismo ocurrió con el gasoil (0,86 dólares por litro).
Según el informe, el precio promedio del gasoil (grado 3) en las estaciones de servicio de la provincia (incluyendo impuestos) estuvo, durante mayo pasado, 35% por encima de los precios vigentes a mayo del año pasado. En el caso de la nafta premium, el promedio estuvo 40,3% por encima considerando igual período.