Advierten sobre la calidad y tipos de empleo que consiguen los jóvenes en los primeros años.
El mundo laboral de los jóvenes profesionales tiene sus particularidades. Uno de los fenómenos que alcanza a esta población es el de la “sobreeducación”, que se refiere a tener un nivel de educación superior a lo que el puesto de trabajo requiere. Encontrarse en esa situación impacta directo en el salario. ¿Cómo? Esto estudió un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC sobre la base de 500 recién titulados -en 2016 y 2017- de las carreras de contador, licenciado en Administración y licenciados en Economía, 80% de ellos empleados.
La principal conclusión a la que arribaron es que “las personas sobreeducadas tienen una penalización en sus ingresos de alrededor de un 5% respecto de sus pares que están empleados en un puesto acorde a su nivel educativo y calificaciones. Esto quiere decir que recibe, en promedio, un salario 5% inferior respecto a un profesional que está en un puesto para el cual no está sobreeducado”. Así lo explicó la economista Mariana De Santis, quien junto con María Cecilia Gáname y Pedro Moncarz, realizó el relevamiento en el marco del Centro de Investigación en Ciencias Económicas (CICE) de la FCE.
“De nuestra muestra de 500 personas empleadas, 33% declaró estar sobreeducado para el puesto en el que está actualmente trabajando. Para ello les preguntamos si la tarea que está realizando en su trabajo la podría efectuar una persona que tiene sólo nivel primario, secundario, terciario o universitario. También le preguntamos si en el trabajo donde está actualmente aplica los conocimientos que adquirió en la carrera universitaria”, explicó De Santis. Al analizar la situación por género, se distingue que la “penalización” promedio es mayor para una mujer sobreeducada que para un varón.
El estudio también avanza sobre la importancia de contar con experiencia laboral antes de recibirse. “No haber trabajado antes de egresar se paga después de recibirse, trabajando en puestos menos complejos donde les pagan menos”, agregó.
Finalmente, con respecto a la cuestión salarial, sintetizó que ganan más los jóvenes profesionales que tienen experiencia previa, están en trabajo formal, trabajan en empresas más grandes, están casados y tienen antigüedad en el puesto.
Trabajo de calidad
El relevamiento muestra algunas conclusiones sobre los graduados de Ciencias Económicas: “No tendrían problemas para conseguir trabajo, pero sí durante el primer año y medio para conseguir un trabajo de buena calidad en términos de complejidad del trabajo. Una hipótesis es que esto es transitorio y que aceptará empezar ‘de cero’ el que no tiene experiencia previa”, concluyó De Santis, quien junto al equipo viene siguiendo la muestra con encuestas trimestrales.
Por otro lado, la FCE también relevó la satisfacción de los recién graduados que trabajan.
“Una alta proporción (80%) de los que egresan de las carreras de grado de contador público, licenciatura en Administración y licenciatura en Economía ya está trabajando.
De ese total, la mitad está en trabajos que no quiere dejar, es decir, está relativamente contento. Lo que los pone contentos es tener no sólo un buen nivel de remuneración sino tener posibilidades de desarrollo profesional y tener un clima de trabajo agradable, eso es lo que más incide en la satisfacción laboral”, detalló. Contar con la información anterior es valioso para quien quiere seguir la carrera, ya que se convierte en una guía sobre las posibilidades de inserción a futuro. También sirve para el seguimiento permanente del graduado y para conocer si la universidad produce graduados que consiguen o no trabajo y de qué calidad. Además, para la articulación del mercado laboral y graduados por medio de prácticas o pasantías, entre otras acciones.