La prestigiosa revista científica The Lancet publicó una carta de investigadores independientes que apunta a deficiencias de información sobre el ensayo de Fase III de la vacuna rusa Sputnik V, aprobada por más de 60 países; entre ellos, Argentina.
“Tenemos una gran preocupación con respecto a la disponibilidad de los datos”, reza el documento, que subraya la importancia de su difusión para que “la comunidad científica extraiga sus conclusiones”.
También indica que los investigadores rusos afirman que aquéllos no se compartirán antes de que se complete el ensayo y que aclaran que una vez cumplido ese paso solo lo harán “con la aprobación de las partes interesadas”, incluido el llamado departamento de seguridad. “El intercambio de datos es una de las piedras angulares de la integridad de la investigación y no debe ser condicional”, enfatiza el texto.
En segundo lugar, los autores del trabajo expusieron su preocupación con respecto a los cambios del protocolo del ensayo, que no fueron registrados y cuyos fundamentos se desconocen.
“Carecemos de información crucial, como los parámetros clínicos que determinan la sospecha de covid-19”, consignaron los expertos.
En su momento, The Lancet avaló ante la opinión pública global la evidencia disponible sobre la seguridad y la eficacia de la Fase III de la vacuna Sputnik V, desarrollada por el instituto Gamaleya.
Cabe señalar que ni la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EEUU (FDA) ni la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobaron el fármaco. Además, recientemente, en Brasil, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) rechazó su importación.
La reguladora brasileña cuestionó la tecnología que se implementa para la producción de la Sputnik V y el control de la calidad de las dosis. La critica más grave que expresó es que a partir de las muestras que analizaron los expertos de la agencia, la segunda inyección (el componente adenovirus 5) era “capaz de replicarse”.