El comité de coronavirus del Parlamento de Israel votó a favor de mantener piscinas y playas abiertas durante los fines de semana, a pesar la segunda oleada de contagios que está experimentando el país, que suma más de 50 mil casos.
Mientras tanto, las autoridades evalúan distintas medidas para contener la propagación del virus, pero sin detener completamente la actividad económica.
“La decisión de no cerrar las piscinas y playas públicas es la correcta. La salud mental y física es extremadamente importante para todos nosotros. Las playas y la natación en la piscina proporcionan un valor positivo vital”, señaló el presidente del comité, Yifat Shasah-Biton.
Durante la última sesión, el grupo discutió también qué hacer con restaurantes, cafeterías y gimnasios, pero no llegó a un acuerdo y se esperan definiciones en las próximas horas.
El viceministro de Salud israelita, Yoav Kisch, adelantó que la intención del Gobierno de Benjamín Netanyahu es que los lugares que están cerrados sigan cerrados y que los que están abiertos continúen operando, siempre que acaten los requisitos de higiene y distanciamiento social.
Cabe recordar que Israel reabrió su economía progresivamente desde fines de abril hasta llegar a la habilitación de cines y teatros a mediados de junio, tras contener la primera ola de contagios.
Sin embargo, tuvo que dar marcha atrás luego del brusco aumento de positivos, atribuido por muchos a la decisión de permitir actividades antes de tiempo.
El desempleo en el país, que en febrero era de 3,3 por ciento, ahora supera el 21 por ciento, lo que equivale a más de 850 mil personas sin trabajo.