En medio de una creciente preocupación a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó a una reunión de expertos para evaluar la nueva variante B.1.1.529 del coronairus, detectada en Sudáfrica, Botsuana, Hong Kong, Bélgica e Israel.
El vocero del organismo, Christian Lindmeier, precisó que el objetivo del encuentro era determinar si debía ser designada como “variante de interés o variante preocupante”.
Al finalizar la reunión, se catalogó como “de preocupación” y se la denominó Omicron.
Lindmeier detalló que hasta el momento se notificaron casi 100 secuencias de la variante y que los primeros análisis muestran que tiene “un gran número de mutaciones” que requieren más estudios.
Por su parte, la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove, declaró que aun no se conoce mucho, ya que apenas hay “menos de 100 secuencias genómicas completas disponibles”, y que lo que sí se sabe es que tiene un gran número de mutaciones y que “eso puede tener un impacto en cómo se comporta el virus”.