Siguen la protestas en Italia por las nuevas restricciones dictadas para contener la nueva ola de contagios de Covid-19 y se registraron duros enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
La tensión social se vive en muchas ciudades, desde el norte al sur del país.
Comerciantes, taxistas y trabajadores de los sectores más golpeados por el confinamiento, como bares y restaurantes, salieron a las calles con una consigna en común: “O nos ayudan o morimos de hambre”.
Cabe recordar que el lunes entró en vigor el decreto firmado por el primer ministro, Giuseppe Conte, que suspende las actividades no indispensables y ordena que bares y comedores cierren a las 18 horas hasta el 24 de noviembre.
Tras varios meses de cuarentena, la gente pasó de la preocupación e incertidumbre por la enfermedad a quejarse por lo dramático y desesperante de la situación económica.
Algunos mandatarios regionales apoyan las movilizaciones, al igual que muchos alcaldes. Tal es el caso de el de Nápoles, Luigi De Magistris.
Por su parte, el alcalde de Bari y presidente de la Asociación Nacional de Municipios Italianos (ANCI), Antonio Decaro, hizo un llamado para que se cierre un pacto entre el Estado y los ciudadanos. “En las próximas semanas corremos el riesgo de ver un crecimiento de la fractura social de la que ya se vislumbran los primeros indicios. Los alcaldes lo tienen en cuenta y harán todo lo posible para mantener unidas a las comunidades y extinguir posibles reacciones violentas ante una situación tan difícil”, declaró.
En general, hay coincidencia en cuanto a la necesidad de que el gobierno ofrezca certezas a cambio de los sacrificios que exige.
El lunes por la noche, en agitadas protestas en más de una decena de ciudades, con epicentro en Milán y Turín, se registraron movilizaciones.
28 personas fueron arrestadas en Milán, luego de que grupos de encapuchados se enfrentaran a la policía y arrojaran bombas molotov a edificios públicos.
Otras diez personas fueron demoradas en Turín en otra movilización en rechazo a las medidas de Conte, en la que manifestantes rompieron vidrieras e intentaron saquear un negocio de carteras de lujo.
Los propietarios de bares y restaurantes advierten que la eliminación del turno de la cena, que representa en algunos casos hasta el 60 por ciento de su facturación, provocará más cierres de locales.
Las nuevas medidas, que incluyen una “fuerte recomendación” para que no haya desplazamientos internos, se dan en medio de una suba de los casos de coronavirus.
Hasta el momento, 37.479 personas murieron en Italia.