Altos funcionarios de salud de Estados Unidos ratificaron que habrá una nueva campaña de vacunación y que a partir de septiembre se aplicará una tercera dosis de refuerzo de Pfizer y Moderna, para aumentar la inmunidad de la población frente a la variante Delta.
El plan prevé que todos los estadounidenses reciban un refuerzo a ocho meses después de que se les apliquen las segundas dosis. Hasta ahora, la medida regía solo para las personas con problemas de salud o compromiso inmunológico.
Las autoridades sanitarias de la administración de Joe Biden precisaron también que esperan que sea necesaria una vacuna de refuerzo para quienes recibieron Johnson & Johnson, pero aclararon que todavía están revisando información y que anunciarán novedades durante las próximas semanas.
“Los datos disponibles dejan muy claro que la protección contra la infección por el SARS-CoV-2 empieza a disminuir con el tiempo tras las dosis iniciales de vacunación, y en asociación con el predominio de la variante Delta, estamos empezando a ver pruebas de una menor protección contra la enfermedad leve y moderada”, indicaron en un comunicado.
“Concluimos que será necesaria una inyección de refuerzo para maximizar la protección inducida por la vacuna y prolongar su durabilidad”, continúa el documento que suscribieron ocho altos funcionarios de salud estadounidenses; entre ellos, Rochelle Walensky, directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.