Tras conocerse el tenor de la carta que la asesora presidencial y parte del equipo gubernamental encargado de las negociaciones para adquirir vacunas contra el coronavirus, Cecilia Nicolini, le envió al gobierno de Rusia para reclamar por las segundas dosis de la Sputnik V, Juntos por el Cambio confirmó que pedirá que la funcionaria vaya al Congreso Nacional junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, con el fin de que ambas brinden detalles del contrato con el instituto Gamaleya.
La misiva, datada el 7 de julio, revela asuntos geopolíticos no informados públicamente sobre el acuerdo firmado entre la Argentina y Rusia para acceder a aquél fármaco.
Nicolini le cursó el correo electrónico a Anatoly Braverman, el hombre de confianza de Krill Dmitriev, CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés), que gestiona la venta de vacunas a otros países.
En su escrito, redactado en inglés, Nicolini hace afirmaciones que explicarían la preferencia del gobierno de Alberto Fernández por la Sputnik V.
En un tramo de la carta, la mujer resalta que la administración que integra hizo “todo lo posible para que Sputnik V sea un gran éxito” y advierte: “Nos están dejando muy pocas opciones para seguir luchando por ustedes y por este proyecto”.
En ese sentido, plantea la posibilidad de romper el acuerdo firmado por la Sputnik V e informa: “Acabamos de emitir un decreto presidencial que nos permite firmar contratos con empresas estadounidenses y recibir donaciones de Estados Unidos. Las propuestas y entregas son para este año y también incluyen la pediatría, que es otra ventaja”.
Para fundamentar el compromiso de Argentina con Rusia, la asesora presidencial le expresó a Braverman que en los próximos días se publicaría “un nuevo estudio” sobre la fectividad después de 6 meses y la respuesta a nuevas variantes”.
En otro tramo de su esquela, Nicolini sostuvo que Fernández pidió que las dosis elaboradas en el país por el laboratorio Richmond fueran autorizadas antes del 9 de julio, para poder anunciar la novedad durante el acto del Día de la Independencia. “Esperábamos tener todo listo para el 9, fue la única y más importante solicitud del presidente Fernández y nuevamente una decepción para él”, afirmó.
Nicolini planteó además que la Argentina necesita mantener los términos del acuerdo que suscribió y que la relación sea de Estado a Estado. “Como puede comprender, no podemos cambiar nuestro contrato, y mucho menos tener un intermediario local en esto y pagar una recaudación de impuestos. Podría ser un gran problema político y de opinión pública para todos nosotros si cambiamos una carta de nuestro contrato original”, aseveró.
“Como también mencioné una vez, nos enfrentamos a un proceso judicial debido a estas demoras como funcionarios públicos, lo que pone en riesgo a nuestro gobierno. Por favor, trabajemos juntos en una solución posible y real. Usted puede contar con nosotros”, añadió.
La autenticidad del escrito, publicado por el periodista Carlos Pagni en el diario La Nación, fue reconocida por Nicolini en diálogo con Ernesto Tenembaum, en Radio Con Vos.
Por lo pronto, la oposición trabaja en el pedido para que Nicolini comparezca junto a Vizzotti ante la comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
El bloque de la Unión Cívica Radical ratificó que se está redactando la solicitud y anunció que elevará un pedido de informes al Poder Ejecutivo.
Por su parte, la diputada del PRO Carmen Polledo dijo sentirse “desconcertada” por el contenido de la carta y aseguró que iba a citar -en su rango de vicepresidenta de la Comisión de Salud de la Cámara Baja- a ambas funcionarias.
En declaraciones a Radio Mitre, manifestó que el titular de la comisión y diputado del oficialismo Pablo Yedlin compartió con ella los contratos con Rusia -algo que definió como “muy correcto”- y que no contemplan sanciones por no entregar en tiempo y forma las dosis según lo acordado.
“Le vamos a pedir que venga. No se puede no ver la gravedad del mensaje”, dijo la legisladora en relación a la carta, a la que calificó la misiva como “delirante y de una falta de seriedad muy grave”.
El bloque de senadores de Juntos por el Cambio presentó un proyecto de declaración para expresar su “profundo malestar” por la situación y reclamó “de manera urgente” que se aceleraran todas las medidas necesarias para la aprobación de las vacunas pendientes de autorización.
“La carta que Nicolini le envió al funcionario ruso Braverman muestra con claridad dos cosas. La primera es que el gobierno de Fernández se jugó a todo o nada a favor de la Sputnik V por razones ideológicas, geopolíticas y de negocios. Y la segunda es que el está desesperado porque les han fallado”, coincidieron los legisladores en la iniciativa impulsada por el senador fueguino Pablo Blanco y acompañada por Laura Rodríguez Machado, Silvia Giacoppo, Esteban Bullrich, Víctor Zimmermann, Silvia Elías de Pérez y Mario Fiad, entre otros.
“Vizzotti, Ginés González García y el propio presidente de la Nación le deben explicaciones al pueblo argentino y son responsables del desquicio que han hecho apostando todo a un principal proveedor que les terminó fallando”, agregaron.
“El gobierno nacional ha privilegiado deliberadamente a unos laboratorios sobre otros. Esto lo demuestra la aprobación exprés que consiguió la vacuna Cansino y la propia carta de la asesora presidencial a la que hacemos referencia en este proyecto de declaración, que muestra con total e impúdica ingenuidad tres cosas: el sitial de preferencia que se les dio a los rusos, el esfuerzo que hicieron para bloquear o demorar la aprobación de otras vacunas y la rendición del gobierno frente a la cruda realidad”, añadieron.
Cabe recordar que hay más de seis millones de personas que iniciaron sus esquemas de inmunización con la droga rusa y que no se sabe cuándo llegarán las segundas dosis. Según se informó en su momento, lo ideal es un intervalo de 21 días entre ambas inyecciones. Ese período fue extendido a 12 semanas por el Consejo Federal de Salud cuando se detectaron las demoras de Rusia para cumplir con su pacto con el gobierno.
Más de un millón de personas que fueron vacunadas con una dosis ya cumplieron ese lapso y por eso la Ciudad de Buenos Aires y otras jurisdicciones comenzaron a hacer pruebas sobre la combinación de fórmulas de distintas compañías.