ESCUCHARLos exportadores celebraron su día el martes pasado en un evento nacional con récord de asistentes. Hubo importante presencia de funcionarios del Gobierno, quienes confirmaron que el Mercosur “es una prioridad”, así como la búsqueda de nuevos mercados – Javier De Pascuale – [email protected]
Ante más de 600 empresarios convocados este martes en el lujoso Plaza Hotel de la ciudad de Buenos Aires para celebrar el Día de la Exportación, la secretaria de Mercados Agroindustriales de la Nación, Marisa Bircher, desgranó una frase que sonó a música para los oídos de los ejecutivos cordobeses presentes: “Más de 60 por ciento de las exportaciones argentinas pertenecen al sector agroindustrial, por lo que tenemos una fuerte responsabilidad en acompañar y ayudar a todos los exportadores de alimentos”.
La convocatoria de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) giraba en torno a “los nuevos desafíos” que enfrenta el sector a partir de un cambio de gobierno que, a horas de asumir en diciembre pasado, trajo modificaciones sustanciales en la dinámica del comercio exterior del país.
El ministro de Agroindstria, Ricardo Buryaile, fue a abrir una jornada que contó con importantes exposiciones: del secretario de Comercio, Miguel Braun; de la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, María Cristina Boldorini, y del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, además de la ya mencionada Bircher.
El diagnóstico que dibujó esta funcionaria en su discurso exhibió un país “con más de 90 mercados abiertos para el sector de la carne, más de 70 para las legumbres y con un promedio que supera 50 mercados para el sector frutihortícola”.
Mercosur y más mercados
Frente a ese escenario, “el desafío es profundizar el comercio con los mercados abiertos, trabajar activamente para abrir los que están cerrados y continuar abriendo nuevos mercados para reposicionar la industria argentina en el mundo”, para lo que se “está trabajando intensamente en una agenda interministerial con Cancillería y el Ministerio de Producción”, dijo. Ante una de las preguntas del auditorio, Bircher enfatizó que “se está revitalizando la agenda con el Mercosur”, que definió como “una prioridad para nosotros”, frase que tranquilizó a más de uno de los presentes.
Por parte de los propios empresarios, Enrique Mantilla, titular de CERA, acentuó “cinco buenas noticias que dieron inicio al año actual: un cambio profundo en las políticas; una mejora de las expectativas; el saneamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec); una modificación en las reglas de juego que ya impactaron en el sector agroindustrial y la normalización de las relaciones políticas y financieras internacionales”.
Por último, el dirigente agregó que “este gobierno ha puesto en marcha un giro estratégico en la búsqueda de construir calidad institucional, teniendo en claro que el Estado debe ser competente y debe exigirse a sí mismo calificación”.
Entre otros funcionarios presentes estuvieron los subsecretarios de Información y Estadística Pública de la Nación, Rodrigo Bunge, y de Alimentos y bebidas, Mercedes Nimo.
Los economistas Dante Sica y Ricardo Rozemberg expusieron sobre “Dinámica política y comercial” e “Internacionalización de las pymes en contextos complejos”.
Los especialistas Alonso Ferrando y Mauro Laviola precisaron la situación de mercados clave, como Brasil y Uruguay, y en la reunión paralela del Consejo de Comercio Exterior del Mercosur se debatieron los últimos avances en las negociaciones por el acuerdo del bloque regional con la Unión Europea, con la ayuda de la experta Rosario Solari.
AFIP eliminará trabas
– El titular de la AFIP, Alberto Abad, anunció que el Gobierno removerá un conjunto de trabas burocráticas que obstaculiza el cobro de reintegros a las exportaciones.
“Se va a eliminar la fiscalización previa”, anunció Abad ante los empresarios reunidos en el encuentro anual de la Cámara de Exportadores.
El funcionario indicó que se pretende regularizar el flujo de pagos a los exportadores, aunque precisó que aún está pendiente una negociación del stock de deudas acumuladas por la AFIP con empresas, por un mosnto que rondaría $4.000 millones.
