Impactó la última cuota de la paritaria 2016 de los camioneros y el alza de los peajes. Particularmente, alrededor de la capital y del acceso al puerto se disparó a más de 40%. El sector trabaja “a media máquina” y aún está afectado por la recesión y el alza de tarifas y tasas.
Los costos del transporte de mercaderías parecen seguir una carrera ascendente que no alcanza a tocar techo, a un ritmo que supera el alza inflacionaria general y que pone presión a la inflación mayorista, preanunciando un probable impacto sobre los precios al consumidor.
En números, el registro medido por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (Fadeeac) que marcó un avance para el mes de marzo pasado de 3% en el promedio de índices de costos logísticos, es el nuevo capítulo de una serie que vimos durante todo el año pasado.
Efectivamente, más allá de algún altibajo (en agosto los expertos del sector registraron una leve baja de 0,17%) el comportamiento del índice elaborado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), a través de su Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial (C3T) mostró un comportamiento homogéneo a lo largo de 2016 en dirección hacia una zona de grave afectación a la competividad de las empresas que, como las cordobesas, se encuentran alejadas de los centros portuarios que permiten acceder a los mercados extranjeros.
Según la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), que avala los índices, en los primeros tres meses de 2017 la tendencia no cambió, mostrando un promedio de alza de los cuatro índices logísticos (general y con acompañante, con y sin costos de transporte) de casi 7,4%, contra un alza de precios general de la economía apenas superior a 6%.
Con estos nuevos guarismos, los indicadores muestran un avance anual superior a 30% en los costos que implican transportar cargas de un punto a otro del país, siendo el rubro “distribución de cargas con acompañante” el que más trepó en 12 meses: 33,1%.
Entre los principales componentes del alza del costo durante marzo, se destacan los incrementos de los costos de la energía eléctrica, el aumento de los peajes, el de patentes y el impacto en la actividad del último tramo de la paritaria 2016 del convenio de camioneros, que se pagó durante el mes pasado. En especial, el informe subraya el impacto de la fuerte alza en los peajes de acceso a Ciudad de Buenos Aires, que impactan en indicadores de costos de distribución (con y sin acompañante).
Por detrás, siguen los retoques en el gasoil y lubricantes; en costos de seguridad y en las tasas de la actividad. Recordemos que varios componentes del índice, como los neumáticos o repuestos del material rodante, siguen la evolución del dólar, que se mantuvo quieto en los últimos tiempos, incluso con tendencia a la baja.
No obstante, los costos suben y no sólo afectan al conjunto de la industria, sino por supuesto y en primer término, a la propia actividad transportista. Ya a inicios de año los directivos de Fadeeac alertaba que “si proyectamos el incremento de enero a los meses siguientes, en torno de un incremento del costo del orden del 3%, sumado a una carga impositiva de cerca del 40%, con fuerte caída de la actividad, derrumbe del patentamiento del 12% en 2016, casi un digito en la caída del consumo del gasoil en el sector, estamos en un contexto grave”.
Otro dato que agrega preocupación es la actualización de la escala salarial del convenio colectivo 40/89 correspondiente a la Federación de Camioneros. El gremio ya dijo que no firmará por menos de 35% de aumento este año, que se suma a las actualizaciones ya pagadas de enero y marzo.
La actividad, reconocen los operadores del sector, sufre por ambas puntas la realidad de un negocio que recibe menos encargos por parte de los dadores de carga, al tiempo que debe enfrentar mayores costos y trasladar esos aumentos a tarifas que cada vez menos agentes económicos están dispuestos a pagar.
Precios regulados
En la Argentina de los tarifazos y de los gobiernos necesitados de fondos en años electorales, lo que más impacta en la actividad son las alzas de tarifas, peajes, tasas e impuestos. Les siguen los combustibles
Impacto generalizado
El sostenido aumento de los costos de transporte de cargas afecta la competividad de las empresas que están lejos de los puertos y presiona al alza a los precios mayoristas, impactando a la larga en la inflación.