Después de dos meses de relativa tranquilidad (abril y mayo, con subas menores), durante este mes el valor del movimiento y almacenamiento de mercaderías crecerán debido a las alzas de 6% en el gasoil y de 11% en la paritaria de los camioneros
Por Javier De Pascuale – [email protected]
Según datos de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), durante el actual mes de julio los costos de transporte y almacenamiento de mercaderías aumentarán entre 5,8 y 8,4 por ciento, luego de que a partir del 1 de este mes se registraron cambios en dos drivers de costos muy significativos: el incremento decretado por el Ejecutivo para los combustibles (6% para gasoil, muy utilizado en logística de cargas) y el nuevo acuerdo paritario para el período 2016/2017 de la Federación de Camioneros, que determinó para este mes un aumento de 11 por ciento.
“Sólo con esos dos indicadores y aunque se mantenga inalterable el resto, el impacto de esos incrementos en julio determinará los siguientes aumentos de costos: Logístico con transporte, 6,50%; Sin costo de transporte, 7,00%; Costos de distribución urbana con acompañante, 8,43%; y Sin acompañante, 5,80%”, refirió el estudio, realizado mes a mes por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para la Cedol, que se toma como referencia nacional.
La UTN, mediante su Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial (C3T), divulgó las evoluciones del Índice Nacional de Costos Logísticos y del nuevo Índice de Distribución Urbana, elaborados para la cámara que agrupa al sector, correspondientes a junio de 2017 y un anticipo de julio.
En el pasado junio, en la modalidad que incluye el Costo logístico con transporte, la variación fue de 0,04%; mientras que Sin costo de transporte fue de 0,40 por ciento. Por su parte, el índice correspondiente a los Costos de distribución urbana, tanto en la variante Con acompañante como Sin acompañante, mostró porcentajes negativos en torno a -0,02 por ciento.
Cuando los costos logísticos suben, se afecta no sólo el conjunto de la industria sino, por supuesto y en primer término, la propia actividad transportista. Ya a inicios de año los directivos de Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (Fedeeac) alertaba sobre que “si proyectamos el incremento de enero a los meses siguientes, en torno de un incremento del costo del orden de 3 por ciento, sumado a una carga impositiva de cerca de 40 por ciento, con fuerte caída de la actividad, derrumbe del patentamiento de 12 por ciento en 2016, casi un digito en la caída del consumo del gasoil en el sector, estamos en un contexto grave”.
La actividad, reconocen los operadores del sector, sufre por ambas puntas la realidad de un negocio que recibe menos encargos de los dadores de carga, al tiempo que debe enfrentar mayores costos y trasladar esos aumentos a tarifas que cada vez menos agentes económicos están dispuestos a pagar.
Se presume que otro ajuste de costos en torno a 6 ó 7 por ciento durante julio terminará aplicándose a los precios, lo que afectará aún más esta actividad para lo que queda del segundo semestre del año.
A dos fuegos
La actividad de los transportistas de carga viene sufriendo desde 2016 por la recesión, por los menores encargos y la suba de costos.
Los sucesivos tarifazos en energía y combustibles impactan de lleno en el sector. Los peajes, los impuestos y la paritaria completan el cuadro.
Además, la devaluación de 6% en el valor de la moneda impactará en el futuro immediato en neumáticos y costos de equipos.