El objetivo fue visibilizar la incidencia de esas situaciones y la importancia de tener programas
de diversidad e inclusión enfocados en diversidad sexual
La organización Nodos presentó los resultados de la encuesta “Ser LGBTIQ en el trabajo. Experiencias de discriminación y acoso laboral en Argentina”. El objetivo es visibilizar el impacto que las mismas tienen en el ámbito laboral y la importancia de tener programas en las organizaciones empleadoras de diversidad e inclusión enfocados en diversidad sexual.
La encuesta fue respondida por 339 personas en el país, de las cuales 62% son jóvenes de hasta 34 años, centennials (12,1%) y millennials (51,6%). El grupo de 35 a 49 años es el segundo de mayor representación en la muestra (31,9%).
De los encuestados, 65% vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 17%, en el Área Metropolitana de Buenos Aires y 12%, en la Región Centro (Córdoba, Entre Ríos y La Pampa); 67% tiene un empleo privado, mientras que 26% lo hace en el ámbito público.
Arturo Mercado, coordinador de Nodos, comentó que “la importancia de este ejercicio radica en contar con algunos datos que nos permitan reconocer la situación de las personas LGBTIQ en el ámbito laboral con la finalidad de que los empleadores puedan promover programas internos que busquen eliminar el acoso y la discriminación y promover ámbitos diversos e inclusivos”
Por su parte, Gisela Dohm, asesora de Nodos en temas de acoso y violencia, además de experta en metodología e investigación, señaló: “Resulta preocupante que -a pesar del nivel de avance normativo en materia de igualdad- todavía exista un temor tan importante a visibilizarse la identidad y orientación por miedo a las represalias”.
Principales resultados
Según se desprende de la encuesta, un dato revelador y preocupante resulta que 30% de la muestra contestó que sufrió experiencias laborales vinculadas con acoso y discriminación. Sobre los tipos y situaciones de acoso y discriminación, los datos señalan que casi la mitad sostiene que ha sufrido comentarios negativos y bromas vinculadas con su orientación sexual e identidad de género.
Por otra parte, 25% ha percibido un trato desigual respecto a su carrera, beneficios o salarios. Catorce por ciento sostiene que ha sido excluido de reuniones de trabajo o encuentros de carácter social y siete por ciento fue despedido de su trabajo. Un dato alarmante es que casi 20% sufrió violencia (física o verbal), según destaca el resultado de la encuesta.
Al analizar estos datos comparativamente entre lesbianas, gays y personas trans (mujeres trans, varones trans y trans) se revela que, si bien las bromas y comentarios negativos son los hechos en los que se presenta mayor discriminación, es la población trans la que manifiesta mayores niveles, con 67% de los casos, mientras que lesbianas y gays hacen referencia a esta situación en 48% y 49% de los casos respectivamente. “En todos los tipos y modalidades de acoso y discriminación las personas trans son las que muestran mayores niveles, en segundo lugar las mujeres lesbianas y en menor medida, pero aún con porcentajes relevantes, gays”, puntualiza el informe.
De tal forma se encuentra que 42% de las personas trans ha percibido un trato desigual en cuanto a beneficios, desarrollo de carrera y salario, en tanto 32% de las lesbianas asegura haber vivido esta situación y 20% de gays. Concretamente, la violencia física o verbal ha sido experimentada por 33% de personas trans, 25% por parte de lesbianas y 20% de gays.
Por otra parte, 23% de personas trans ha sido excluida de reuniones de trabajo o sociales, 18% en el caso de las lesbianas y 11% de los gays.
Según el informe, resulta llamativo que 15% de las personas trans encuestadas asegura que se les ha impedido acceder a algún espacio físico, como baños, comedor u otro lugar, situación que no parece ser relevante en el caso de lesbianas (5%) y gays (3%). En cuanto a los despidos por identidad de género u orientación sexual las personas trans sufren el doble de esta situación (14%) comparado con lesbianas y gays en (7%).
“Salir del closet”
Otro dato revelador da cuenta que 12% afirmó que “salir del closet” le perjudicó laboralmente y 20% no se visibilizó por miedo a las represalias. Del 12% que dijo que “salir del closet” y le perjudicó, 35% son lesbianas, 32% son gays y 14% es bisexual (orientación sexual) y 14% mujeres trans, 5% varón trans, 12% queers, 32% mujeres y 36% varones. Además, del 20% de las personas que no salieron del closet por miedo a las represalias, 14% son lesbianas; 29%, gays y 48%, bisexuales.
En cuanto a si en el lugar de trabajo existen políticas y/o programas explícitos sobre inclusión y respeto a la diversidad sexual y la no discriminación de las personas LGBTIQ, casi la mitad de las personas que contestaron esta pregunta afirma que no existen y son necesarios.
Uno de cada cuatro habla de la existencia de programas organizacionales, pero seis por ciento dice no sentirse representada por ellas.
Los comentarios de quienes trabajan en ámbitos laborales inclusivos y que respeta la diversidad son altamente positivos. Hablan de la importancia de tener organizaciones que promuevan la igualdad, equidad y no discriminación.
Finalmente, 22% de las personas que contestaron dice que trabaja con algo o mucha incomodidad. Las personas que dicen trabajar con “mucha comodidad” no llega a 45%.
Al respecto de los resultados anteriores, Eduardo Otero, asesor especializado en Diversidad Sexual en Nodos comentó: “Estos datos son alarmantes ya que se esperaría que en las organizaciones privadas, públicas o de cualquier otra índole estas cifras fueran de cero. Que ninguna persona, por ser quien es, tenga que sufrir una experiencia negativa que le lleve a vivir acoso y discriminación”.