París será, del 30 próximo al 11 de diciembre, escenario de la vigesimoprimera Cumbre sobre el Cambio Climático, que se espera deje como resultado un compromiso definitivo, de carácter internacional, para la reducción de los Gases de Efecto Invernadero.
El debate sobre el financiamiento será uno de los puntos más difíciles de negociar en la COP21 (ver: “Qué es la…”), que se desarrollará en pocos días en París. Los países en desarrollo solicitan financiación a los desarrollados para poder implementar sus planes de mitigación de emisiones y adaptación al cambio climático. Para asegurar que habrá financiación a largo plazo, los países desarrollados se comprometieron a aportar 100 mil millones de dólares anuales para 2020, tanto de fuentes privadas como públicas.
Existe además el componente de “responsabilidad histórica”, por medio del cual se hace hincapié en el trabajo y apoyo que deben realizar los países generadores de la mayor cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y por lo tanto creadores directos del cambio climático.
“Los líderes de los países en desarrollo deben tomar las decisiones oportunas e inteligentes para asegurar el bienestar de todos sus ciudadanos, por lo que es importante que ellos también tomen medidas en cuanto a la alineación de las políticas de crecimiento con rutas de desarrollo sostenible, bajo en carbono y resiliente al cambio climático, y a su vez asegurar recursos económicos”, dijo Marcela Jaramillo, asesora política en E3G.
Andrea Rodríguez, abogada de Programa de Cambio Climático de la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (AIDA), sostuvo que el financiamiento es y será el catalizador de los compromisos. “Es el instrumento necesario que permitirá que los países se comprometan a tomar acción contra el cambio climático y realizará los planes necesarios requeridos para combatirlo”, indicó.
Al tener cada país una realidad distinta, las decisiones de inversión se ven reflejadas de acuerdo con cada economía. Por ejemplo, el financiamiento de los países en desarrollo tiene el sector agroalimentario como uno de los más importantes. Deissy Martínez, coordinadora científica del Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) en América Latina, explicó que las acciones en esa área deberían enfocare en los tres pilares de la agricultura sostenible adaptada al clima, que son: adaptación, mitigación y productividad, de manera que se aprovechen las sinergias y se garantice mayor seguridad alimentaria.
“El reto no es sólo reducir emisiones para mitigar el impacto del cambio climático sino hacer que bajo los escenarios de cambio climático ya existentes, la humanidad pueda sobrevivir a pesar de su crecimiento y para esto es vital invertir en el campo”, indicó.
Por su parte, Paola Alfaro, gerente sénior de Políticas en World Wildlife Fund (WWF), sostuvo que bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y tomando en consideración las capacidades de los países, hay una obligación de los países desarrollados de apoyar el financiamiento en las naciones en vías de desarrollo, tanto para incrementar sus metas de mitigación como para adaptarse al cambio climático.
“Muchos países presentaron metas de reducción condicionadas a la ayuda internacional, las cuales no se concretarían sin el financiamiento. No menos importante además es el financiamiento requerido para adaptación, ya que el cambio climático va a ocasionar grandes pérdidas a los países más pobres y muchos de los daños serán irreversibles. Estas naciones no tienen los medios para prepararse ante el nuevo escenario climático por sí solas, por lo que la vida de muchas personas está en juego”, explicó Alfaro.
El Fondo Verde para el Clima
El Fondo Verde para el Clima (FVC) nace con la intención de dar soporte a los proyectos, programas, políticas y otras actividades en los países en desarrollo, mediante diferentes temáticas preestablecidas. Para asegurar que habrá financiación a largo plazo, los países desarrollados se comprometieron a aportar 100 mil millones de dólares anuales para 2020, tanto de fuentes privadas como públicas. A pesar de que es necesaria mayor información, el FVC anunció la financiación de los ocho primeros proyectos para ayudar a los países en desarrollo en su lucha contra el cambio climático.
En este sentido, Marcela Jaramillo sostuvo que el financiamiento internacional asociado al FVC es realmente pequeño, comparado al desafío de transformar las economías.
“Por ahora se habla de 100 mil millones de dólares, pero por ejemplo el reporte de New Climate Economy explica que son necesarios trillones, por lo tanto este financiamiento debe de ser usado de forma muy estratégica para redireccionar todo tipo de inversiones públicas y privadas, alejadas al alto carbono”, indicó.
Al ser el cambio climático un problema global, se requieren acciones mundiales conjuntas. Ante ello, cada Contribución Nacional Determinada (INDC, por sus siglas en inglés) es un factor importante para la lucha global; del mismo modo el trabajo del FVC será determinante. El camino para combatir el cambio climático es largo y requiere de la participación del sector empresarial y cada individuo en el planeta.
¿Qué es la COP21?
Una conferencia para respetar la lucha contra el cambio climático
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como CMNUCC (UNFCCC, en inglés) fue adoptada durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, en 1992. Entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ha sido ratificada por 196 Estados, que constituyen las “Partes” interesadas de la Convención.
Ésta es una convención universal de principios que reconoce la existencia de un cambio climático debido a la actividad humana y atribuye a los países industrializados la responsabilidad principal para luchar contra este fenómeno. La Conferencia de las Partes (COP), compuesta por todos los Estados Partes, constituye el órgano supremo de la Convención. Se reúne anualmente en conferencias mundiales en las que se adoptan decisiones para respetar los objetivos de lucha contra el cambio climático. Aquéllas sólo se pueden tomar por unanimidad de las partes o por consenso.
La COP que se celebrará en París será la 21ª, de ahí el nombre de COP21. Se trata de una fecha crucial, ya que debe desembocar en un acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 2º C. Francia desempeñará, por lo tanto, un papel de primer orden en el plano internacional, para acercar las posiciones y facilitar la búsqueda de un consenso en Naciones Unidas y también en la Unión Europea, que ocupa un lugar importante en las negociaciones sobre el clima.