Un fallo a favor de que un paciente grave con coronavirus recibiera terapias no autorizadas mientras estaba internado en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires conmocionó a la comunidad médica, ya que sentó un precedente preocupante de intervención judicial en la prescripción de tratamientos contra aquella enfermedad.
El decisorio, dictado el 7 de enero por el juez federal Javier Pico Terrero, admitió una cautelar que obligaba al Otamendi y a Miroli SA a administrar ibuprofenato de sodio mediante nebulizaciones y de dióxido de cloro vía intravenosa al padre de los peticionantes.
El tratamiento le fue prescripto a Oscar García Rúa, de 93 años, por su médico particular, Dante Converti.
Más de 60 instituciones que forman el Foro de Sociedades Científicas Argentinas emitieron un comunicado para expresar su preocupación. “La justicia no debe obligar a los médicos a indicar una medicación que no tiene respaldo científico y no está autorizada por los entes de regulación nacional e internacional, ni respaldada por las sociedades científicas nacionales e internacionales”, expresaron.
Además, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Fundación Huésped, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y otras asociaciones denunciaron al juez ante el Consejo de la Magistratura de la Nación por mal desempeño, al haber resuelto la implementación de tratamientos no solamente no aprobados por la autoridad de aplicación sino “manifiestamente riesgosos para la salud y vida de los pacientes”.
Cabe recordar que, a pesar de la manda judicial, el sanatorio Otamendi se negó a realizar la práctica y apeló el fallo, por lo que amplió el recurso para autorizar a Converti a implementarla.
El uso de dióxido de cloro fue desaconsejado por la SADI y rechazado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), así como por autoridades gubernamentales.
Finalmente, el paciente falleció el 12 de enero.
En esa oportunidad el abogado de su familia dijo que la causa de la muerte fue una infección intrahospitalaria y apuntó contra el Otamendi, por su negativa.