Durante ese mes se registraron las cifras más altas de contagios y muertes en el país, luego del pico de octubre de 2020. Los sectores productivos pedían proteger el funcionamiento de las actividades económicas y comenzaron a regir nuevas disposiciones de prevención. Cómo fue la situación en Córdoba
Aun con un esquema en marcha de vacunación contra el covid-19, abril estuvo signado por el avance de la segunda ola en el país, la cual obligó a las autoridades a aplicar nuevas restricciones a escala nacional, en el marco de la polémica por las consecuencias de las medidas sobre la actividad económica y la educación.
El jueves 8 de abril, el presidente Alberto Fernández anunció restricciones y subrayó que su gobierno buscaba “cuidar la salud, la actividad económica y la presencialidad en las escuelas”. Comunicó que se suspendían para todo el país los viajes grupales de egresados, de estudio y de grupos turísticos.
En tanto, en las zonas consideradas de mediano riesgo epidemiológico y sanitario, la Nación confirió a los gobernadores la responsabilidad de adoptar en forma temprana medidas que disminuyeran la circulación, para prevenir contagios. “Es del resorte exclusivo de las provincias monitorear y hacer cumplir cualquier medida restrictiva de la circulación”, precisó entonces el jefe de Estado.
La batería de disposiciones anunciada en abril no logró contener la crisis sanitaria por el avance de la segunda ola y el Gobierno nacional extendió su vigencia.
Al comunicar la prórroga en otro mensaje grabado, el Presidente argumentó que las medidas demostraron “un buen resultado” y juzgó: “Si no lo hubiéramos hecho, la curva habría seguido creciendo y el sistema de salud estaría más tensionado”.
Además, respecto de las regiones donde existía mayor riesgo epidemiológico y sanitario, Fernández dispuso la suspensión de actividades sociales en domicilios particulares; reuniones en espacios públicos al aire libre de más de 20 personas; actividades de casino, bingo, discotecas o cualquier salón de fiestas y prácticas recreativas de deportes con participación de más de 10 personas en lugares cerrados. También ordenó el cierre de bares y restaurantes a partir de las 23 y vedó la circulación entre la hora cero y las 6 de la mañana, con posible ampliación horaria, según las jurisdicciones y su situación epidemiológica.
“Cuanto más alta sea la transmisión, más medidas adoptaremos”, advirtió, y volvió a llamar a la oposición a mantener la unidad “más allá de las diferencias políticas”.
“La pandemia continúa y está volviendo con más rigor”, añadió.
En este sentido, explicó que lo que sucediera en la segunda ola iba a depender de las medidas que se implementaran, de los controles en cada distrito y de “la responsabilidad de cada uno”.
Repercusiones
Luego de más de un año de parate, las nuevas restricciones fueron materia de polémica entre los sectores productivos más afectados, como gastronomía y turismo, además de generar fuertes críticas de la oposición.
El legislador Mario Negri fue uno de los primeros en hacer pública su postura contraria. En su cuenta de Twitter escribió: “En esta segunda ola, el Gobierno no puede repetir errores del 2020 con otra cuarentena eterna (que no frena el avance del virus)”, y estimó que el Presidente debía administrar las “ineludibles restricciones” con “responsabilidad y sin sobreactuar”.
Por su parte, el ex gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, dijo que se ponían en riesgo algunas actividades económicas y declaró: “Todo esto lo habríamos evitado, si hubiéramos comprado las vacunas suficientes de todos los laboratorios del mundo, y el Gobierno no dice nada”.
El frente opositor consideró “preocupante” la insistencia con restricciones, las que calificó como “ excesivas y mal calibradas”.
Provincia
En Córdoba, el Gobierno provincial, los intendentes y los jefes comunales acordaron una restricción de la circulación entre la medianoche y las 6, con excepción de los viernes y sábados,cuando se extendió el límite hasta la una, para sostener algo el desempeño del sector gastronómico, uno de los más afectados por la crisis pandémica.
Las medidas que rigieron hasta el 30 de abril en territorio provincial fueron más laxas que las dispuestas por el DNU nacional.
No obstante, a tono con las disposiciones nacionales, también quedó inhabilitada la actividad de casinos y bingos en aquella franja horaria y se vedaron actividades y reuniones sociales de más de 10 personas en domicilios particulares.
Sin tregua
La batería de disposiciones no logró contener la crisis sanitaria por el avance de la segunda ola, por lo que el Gobierno nacional extendió su vigencia.
Al comunicar la prórroga en otro mensaje grabado, el Presidente argumentó que las medidas demostraron “un buen resultado” y juzgó: “Si no lo hubiéramos hecho, la curva habría seguido creciendo y el sistema de salud estaría más tensionado”.
“Necesitamos una reducción de casos más marcada y sostenida y las próximas semanas pueden llegar a ser muy duras en la ocupación de camas de terapia intensiva”, agregó.
Respecto del plan de vacunación (que para abril avanzaba lentamente), aseguró que ya se había inmunizado con al menos una dosis más de 95% del personal de salud, mientras que ya se había logrado inocular a más de 70% de los mayores de 70 años.
Además, anticipó en ese momento el envío de un proyecto de ley para que el Congreso validara su facultad y la de los gobernadores de tomar “medidas de cuidado durante esta situación excepcional”.
Especialistas
Por otro lado, hacia fines de abril, el Consejo de Médicos de Córdoba emitió un comunicado en el que solicitó “racionalidad y solidaridad” ante “el desborde” de la segunda ola.
Advirtió que el país vivía “horas inciertas” y precisó que los datos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires marchaban “a la cabeza de un récord nacional diario de contagios y de muerte”.
Además, destacó que el agotamiento físico y moral de quienes estaban en la primera línea de lucha contra el virus colocaba al sistema sanitario “al borde del colapso”.
Asimismo, afirmaron que en algunos lugares, aquél ya había llegado. “La sociedad debe tomar conciencia de que la toma de decisiones de restringir o permitir actividades debe darse en el marco de los efectos que se quieren obtener”, manifestó la entidad.
“El fin de la pandemia se puede lograr con restricciones totales y vacunación masiva, como ha sucedido en Israel y otros países que van por el mismo camino”, expresó, y acotó que se podía optar por una estrategia distinta, que no tuviera tantas consecuencias sociales. “Se seleccionan las actividades que son menos indispensables para restringir, admitiendo que hay que ayudarlas económicamente”, apuntó.
Finalmente, les reclamó “racionalidad y solidaridad” a los gobernantes, a la dirigencia política y social y a la sociedad en su conjunto.