El 14 de enero, el presidente Alberto Fernández promulgó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y junto con ella la normativa conocida como “De los Mil Días”, de cuidado integral de salud en el embarazo y la primera infancia.
En su discurso de aquella jornada, en el Museo del Bicentenario, Fernández aseguró que se estaba dando “un paso importantísimo para que la sociedad sea un poco más igualitaria para las mujeres”.
La promulgación de la ley 27610 implicó que el aborto, con las descripciones que contempla, dejó de ser ilegal en Argentina y que deberán caer todas las causas abiertas por la práctica hasta la semana 14.
Según un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), a mediados de enero había 1.532 expedientes en curso en 17 jurisdicciones.
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, fue la encargada de anunciar la plena vigencia de la ley a partir del 24 de enero. Aclaró que desde esa fecha cualquier mujer embarazada que, por razones personales decida interrumpir su embarazo antes de la semana 14, podrá acudir a su obra social, prepaga, sala de atención o establecimiento de salud; que todos deben proveer esa posibilidad y que en los 10 días posteriores debe ser garantizado su derecho.