Los problemas generados por los bloqueos que encabezan grupos internos de la rama de la salud pública de la ATE afectaron a empresarios de Aluminé, El Huecú, Zapala, Las Lajas, Junín de los Andes y otras localidades, durante todo el mes
A fines de abril, los productores agropecuarios neuquinos registraban pérdidas millonarias por los cortes de ruta en la zona de Vaca Muerta.
Los problemas generados por los bloqueos que encabezan grupos internos de la rama de la salud pública de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) afectaron a empresarios de Aluminé, El Huecú, Zapala, Las Lajas, Junín de los Andes y otras localidades.
La Sociedad Rural de Neuquén reportó que había productores que no podían acceder a sus propiedades ni adquirir combustibles, insumos y bienes sanitarios para sus animales, por lo que descontaron los desplomes en la rentabilidad de sus vacunos y tambos.
El conflicto comenzó los primeros días de abril, cuando médicos autoconvocados en la ruta desconocieron un acuerdo salarial con el Gobierno provincial.
Después de las primeras jornadas, las dificultades en la operatoria de Vaca Muerta se hacían sentir: más de 30 equipos tuvieron que parar sus actividades de perforación o de terminación de pozos, los empleados que estaban en los yacimientos no podían rotar y faltaban insumos.
Las protestas también mantuvieron paralizada la actividad de las empresas petroleras que operan en la zona de Vaca Muerta.
El conflicto comenzó los primeros días de abril, cuando médicos autoconvocados en la ruta desconocieron un acuerdo salarial con el Gobierno provincial.
Después de las primeras jornadas, las dificultades en la operatoria de Vaca Muerta se hacían sentir: más de 30 equipos tuvieron que parar sus actividades de perforación o de terminación de pozos, los empleados que estaban en los yacimientos no podían rotar y faltaban insumos.
Aunque el fiscal General, José Gerez, tomó intervención y convocó a una mesa de diálogo, el acuerdo se hizo esperar.
El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa repudió la metodología del piquete y estimó que se trataba de un hecho violento que transgredía “todos los derechos colectivos e individuales de una sociedad”.
A lo largo del mes hubo desabastecimiento de combustible en las estaciones de servicio de YPF en Plottier y Neuquén y en las ciudades rionegrinas de Cipolletti y San Antonio Oeste. Además, muchos camioneros debieron dormir en la ruta durante semanas.
La Federación de Cámaras del Sector Energético del Neuquén apuntó a la falta de acción del Gobierno provincial ante los 11 bloqueos.
El 28 de abril, tras 22 días de conflicto, los trabajadores autoconvocados de salud neuquinos finalmente levantaron los bloqueos
Lo resolvieron en una asamblea interhospitalaria en la localidad de Añelo, aunque ratificaron un paro de salud y rechazaron el acuerdo que ATE había aceptado por unanimidad.
Lo sucedido generó un costo extra para las cuentas nacionales de más de US$280 millones, producto de que se deberá importar más gas y quemar más combustibles líquidos (gasoil y fueloil) para reemplazar la producción local.
Cada día de paralización costó US$13 millones más, según calcularon las empresas productoras.
Estos números no tienen en cuenta los ingresos que la Provincia de Neuquén y el Gobierno dejaron de percibir por la caída en la producción de petróleo, estimada en 360.000 barriles que podrían haber tenido destino de exportación.