El Ministerio de Salud de la Nación solicitó “extremar cuidados ante la exposición de cianobacterias en aguas que durante la temporada de verano se usan comúnmente para refrescarse y constituyen una potencial amenaza para la salud ambiental y humana”.
La cartera sanitaria reportó su presencia en el lago San Roque, en Córdoba; las costas del Río de La Plata, a la altura de Berisso y Ensenada; en el municipio de Tigre; en la laguna bonaerense Gómez, en Junín; en lagunas de Santa Fe como Juan de Garay, en Santo Tomé, y Setúbal, en la capital; y en el río Uruguay, a la altura de la provincia de Entre Ríos.
De una tonalidad azul verdosa, las cianobacterias son microorganismos que se nutren de la materia orgánica alojada en el agua y realizan fotosíntesis.
Las toxinas que liberan pueden provocar una amplia variedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, de los oídos y de los ojos. Los síntomas más comunes son diarrea, erupciones cutáneas, dolor de oído, tos e irritación ocular.
La exposición a las cianobacterias puede darse tanto por la ingesta de aguas contaminadas, como por la inhalación de los aerosoles que desprenden estas aguas.
También se indicó que “existe la posibilidad de infección si la persona que ingresa al agua presenta algún corte o herida abierta”, y que los grupos con mayor riesgo de contagio son los “niños, niñas, mujeres embarazadas y personas con el sistema inmunológico debilitado o que presenten algún problema de salud previo”.
Recuerdo que a poco de iniciada la nueva etapa constitucional, entre 1984 y 1985, el entonces agente fiscal del 8° Turno, José María Péez Villalobo (posteiormente camarista federal), envió a las autoridades municipales de Villa Carlos Paz, un oficio solicitando que se emplacen en las márgenes del lago San Roque carteles prohibiendo la natación en sus aguas, debido a que se había detectado contaminación similar a la que actualmente lo afecta, con el agregado _creo recordar_ de eventual presencial de líquidos provenientes de la mina de Uranio de Los Gigantes, explotada por una empresa vinculada con una alta autoridad del gobierno nacional de entonces.
Mi pregunta es si la cianobacteria está presente en el agua supuestamente potable que llega a nuestros domicilios