martes 19, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Una guía para emprender la aventura de un negocio propio

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Un argentino desarrolló una metodología lúdica para asistir de forma práctica y sencilla a las personas que emprendan, a partir de identificar aquello que les gusta. El proyecto aún está en construcción y retroalimentación.

El trabajo de emprender depende de un aspecto fundamental: la toma de decisiones. Como al decidir vamos creando un camino, emprender se convierte en una aventura en la que formular y responder las preguntas adecuadas en el momento justo, con las herramientas y acciones necesarias, puede ayudar a enfocarse más rápido y llegar al destino elegido.

La historia de Martín Giorgetti es la de un argentino que, tras la aventura de dos proyectos de emprendimiento, decidió enfocarse en lo que le gusta realmente: ayudar a las personas a lograr las cosas que quieren.

Ésta es la idea quizás más relevante del Startup Action Map, una metodología que desarrolló para asistir de forma práctica y sencilla a las personas que emprendan a partir de identificar aquello que les gusta.

¿Qué me gusta? ¿Para qué soy bueno? ¿Qué quiero de mi vida?, son las primeras preguntas que señalarán el camino en el mapa del emprendimiento, cuyas respuestas dan el sustento para completar la aventura. Si las respuestas a esas preguntas no son sinceras, no tendrá sentido preguntarse estas cosas: ¿Cómo elijo la idea de negocio? ¿Cómo pruebo que funciona, sin invertir mucho dinero? ¿En qué momento dejo mi trabajo sin riesgo? ¿Cómo reparto porcentajes con mi socio?

Aunque el proyecto está en constante construcción y retroalimentación –como todo emprendimiento-, este administrador de empresas eligió Colombia como plataforma de lanzamiento del Startup Action Map, ante el importante movimiento emprendedor que hay actualmente en ese país.

Emprendedor de cuna
La vena emprendedora de Giorgetti surgió en 2002 cuando entró a trabajar como voluntario en una fundación de microemprendedores en Argentina. Allí ayudó a pequeños emprendedores sociales en temas como ahorro de costos y crecimiento de ventas.

Más tarde, en 2007, se planteó abandonar el trabajo que hacía en una empresa y se preguntó ¿qué es lo que me gusta a mí? Aunque ya lo sabía, pensó lo que a veces suelen pensar los emprendedores: “hago plata y después me dedico a lo que me gusta…”. Y no se molesta en decir que arrancó con dos emprendimientos con los que eligió mal la idea.

Metroterra, un portal de oportunidades de inversión inmobiliaria, y Pizzaparty, un agregador de servicios en los que un chef va a tu casa con el horno pizzero y cocina para tus amigos -ambos con un mismo socio-, le permitieron conocer e involucrarse en esos mercados, adquirir experiencia y divertirse.

“Un emprendimiento y cualquier cosa que uno hace es como un juego. Yo puedo jugar cualquier deporte y me divierto porque es un juego pero hay deportes que me gustan más que otros, e incluso algunos en los que uno se desempeña mejor”.

Así el emprendedor explica cómo, en septiembre de 2012, sentía que le faltaba algo y cómo siempre había estado leyendo sobre temas de emprendimiento y tenía mucha información en su cabeza que no había puesto en práctica. “Después de esas experiencias armé el mapa. Lo que quise hacer es traer conceptos usables en la práctica porque si no, mucha teoría puede ser difícil de llevar a la realidad”.

Giorgetti se enfocó en ayudar a la gente. A su experiencia le sumó el conocimiento de temas sobre Moldeos de Negocios, con autores como Alex Osterwalder; Lean Startup, con Eric Ries; y de management con autores como Porter, Jack Trout, Al Ries y Kaplan.

Cómo se compone
El mapa está compuesto por cuatro etapas clave delimitadas por tres puntos de control -Modelo, Plan y Ejecución del negocio- y siete elementos.
1. Descubrimiento. Asegurarse de que realmente se quiere emprender y cómo se podría vivir de lo que gusta. ¿Cuál es el modelo de negocio que se alinea con esto?

2. Aprendizaje. Aprender del cliente y así encontrar el modelo de negocios que funciona. Maximizar el aprendizaje con prueba y error a pequeña escala para minimizar costos y tiempos.

3. Crecimiento. Acelerar el plan de modelo de negocios que funciona. El objetivo es la eficiencia para poder crecer y escalar rápido.

4. Sustentabilidad. Mantener una innovación constante para garantizar un crecimiento a largo plazo.

Ser una brújula
“Mi propósito, por ejemplo, es ayudar a la gente a que haga lo que le gusta; el qué o el how es el mapa. Si el día de mañana no hace falta un mapa sino un libro o una película, la idea va a ser la misma. Steve Jobs siempre habla de que el espíritu de Apple siempre fue el mismo y no cambió. Ése es el corazón de la idea y es lo que hay que elegir bien. El espíritu de Apple lo ves en todos sus productos”, enfatizó el emprendedor.

Los elementos que componen el diagrama para concretarlo

– Brújula. ¿Adónde va? Es aquello que no cambia. Si el “norte” del emprendimiento es la plata, cuando no haya plata perderá el rumbo. Si el proyecto no le gusta a la tercera o cuarta vez, lo abandona. La pregunta que hay que hacerse es ¿cuál es mi brújula?

– GPS. ¿Dónde está? de dónde parte, dónde está parado.

– Hoja de ruta. ¿Qué acciones realiza? Se compone de tres partes: los conocimientos y herramientas que necesitas antes para realizar las acciones (check in); la acciones para realizar o delegar (check list); y lo que permite identificar la realización de la acción.

– Equipo. ¿Con quién viaja? ¿Cómo elegir los cofundadores y el equipo? Las temáticas, los gustos y propósitos mutuos son muy importantes. “Si hace un camino solo es más fácil que se pierdas o abandone; si va con un grupo de gente que lo acompaña y lo ayuda es más probable que siga”.

– Vehículo. ¿Cómo viaja?
El que maneja el auto es el CEO, el dueño puede ser Ud. o un inversionista. La gasolina es la plata. Como en el vehículo, hay indicadores del funcionamiento: cuánto dinero queda, cuál es el costo de conversión de los clientes, cuál es el valor del cliente, etcétera.

– Toolbox. ¿Qué necesita? Son las herramientas para usar en las diferentes etapas. Tener la herramienta que necesita en el momento en que la necesita. Hay herramientas que sirven para cualquier etapa, como las de colaboración -por ejemplo, Dropbox-.

-Clima. Aquello que puede pasar en el viaje y que no controlamos totalmente.

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