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Restricciones a las importaciones, altos costos y caída del consumo atentan contra la industria nacional de computadoras. Es un proceso que debe “madurar”: las inversiones están en marcha y los protagonistas trabajan en su regulación y equilibrio.
Aunque parecería que los perjuicios son cada vez mayores para la producción nacional de equipos informáticos de procedencia argentina, la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina Comerciales y Afines (Camoca) considera que es un momento de transición “necesario” en la cadena productiva empeñada en sustituir importaciones. Con la mira puesta en generar una industria nacional con peso en términos de calidad y volumen, una vez que el proceso esté completamente regulado y a partir de las inversiones millonarias ya puestas en marcha, la entidad proyecta cuadruplicar la producción de unidades a partir del año 2015.
Sucede que a la restricción a las importaciones de partes y componentes – que aletarga el proceso de ensamblado local y, por consecuencia, el stock disponible en forma permanente- se le suma el encarecimiento de precios de equipos “made in Argentina”, en relación con los modelos que producen las grandes multinacionales en el exterior.
“En Estados Unidos, Chile o Paraguay se consiguen equipos cuyos valores equivalen sólo a 60% de los que se venden acá”, comentó Carlos Simone, gerente de la entidad que nuclea a los fabricantes de computadoras en Argentina. sus dichos surgieron a partir de una consulta que efectuó Comercio y Justicia en relación con el último informe emitido por la entidad sobre que la microimportación (compra de productos informáticos por gente que viaja al exterior y los carga en sus valijas) subió 900% más que en 2010.
“Si esto continúa así, terminará impactando en la industria nacional”, precisó Simone, quien reconoció que la situación dispara una “contradicción” en el modelo, que debe ser soslayada. Al respecto, indicó que en la Cámara arbitran los medios de diálogo necesarios con los referentes del Gobierno nacional, en tanto se trata de un tema que se debe “conversar, que no depende ni de una carta ni de ningún petitorio”. Se jactó de tener una muy buena relación con aquéllos y se mostró esperanzado de lograr una solución, sobre la base de que es absolutamente legal “comprar equipamientos en el exterior” manteniendo el tope estipulado de compra en dólares.
Éste es uno de los tantos costados débiles que refleja un plan de producción nacional que aún no termina de definirse. “El sistema productivo y comercial de los fabricantes requiere de regulación y equilibrio para poder bajar los costos y consolidar la industria, en la que ya se ha invertido centenas de millones de pesos en nuevas líneas de producción”, aseveró Simone.
Especialización
Al respecto, indicó que un equipo informático fabricado en el país es hasta 25% más caro que una computadora de marca internacional, fabricada e importada de China.
“Nuestros costos de producción son muy elevados en relación con los del país oriental, cuando falta una pieza acá el stock se paraliza”, indicó el gerente, quien aseguró que para sortear esta situación es menester “definir para qué nicho” se debe fabricar. “En lugar de fabricar 40 modelos distintos, debiéramos especializarnos, bajar ciertos modelos y mejorar otros en función del público al que queremos atender y a la competencia con la que debemos fortalecernos”, aclaró Simone.
En esta línea, reafirmó que los equipos que producen para el plan nacional Conectar Igualdad forman parte de uno de sus principales targets, el que “esperan consolidar en el tiempo”.
Proyección
Tras moderar estas desventuras para el sector, la cámara de fabricantes proyecta para el año 2015 producir cuatro millones de unidades, entre computadoras de escritorio, notebooks y netbooks.
“Las notebooks de escritorio reemplazarán las computadoras de escritorio y las computadoras all in one suplantarán las PC de atención pública, en tanto las tablets seguirán siendo equipos ideales de conectividad sólo para que el circula en la calles”, opinó el especialista, en desdeño de la teoría que aduce que las tabletas terminarán absorbiendo portátiles y laptops.
De ese total estimado, los equipos destinados al plan del Gobierno concentrarán 15%, es decir, alcanzarán 600 mil unidades.
La previsión es posible gracias a las fuertes inversiones que el año pasado y el anterior han destinados las fabricantes nacionales. “El 90% de las memorias se fabrican en el país al igual que los cables de conexión, este año 70% de las placas madre se fabricarán en suelo argentino”, confirmó, y justificó de esta manera el plan de sustitución de importaciones.
Para este año, la expectativa es recuperar lo perdido el año pasado, cuya producción fue menor del 1,5 millón de unidades producidas en 2011. “El año pasado la capacidad bajó como consecuencia de los menores encargos del Plan Conectar Igualdad; como este año el programa incrementará, el objetivo es llegar al millón de computadoras”, adelantó el empresario.
Entre las empresas argentinas que fabrican equipamientos informáticos en el país se encuentran, solo por nombrar algunas, Banghó, Exo, Air Computers, EuroCase y Grupo Núcleo.
