El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial (Jury) pasó a un cuarto intermedio y fijó para el próximo miércoles la fecha en la que decidirá cuál es la suerte que correrá el fiscal de Corral de Bustos, Raúl Moll, acusado de mal desempeño en sus funciones y morosidad.
El juicio, “que está perdido” según advirtió en su alegato la propia defensa de Moll, implicará en ese caso la destitución del funcionario del Ministerio Público y, posteriormente, un largo camino hacia la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), donde la defensa intentará probar que se violaron las garantías del debido proceso.
Los planteos de Alejandro Zeverín en ese sentido se han reiterado antes y durante el debate, ya que el letrado ha insistido en que su cliente no pudo defenderse mientras se sustanció el sumario administrativo y ha acusado que el Jurado de Enjuiciamiento cambió el juez natural, quedando a cargo la vocal del TSJ, Ana María Caffure de Battistelli. Además, sostiene que jamás se le autorizó a Moll la realización de una pericia para comprobar su estado psicofísico.
En su alegato, el fiscal General de la Provincia, Darío Vezzaro, fue contundente: acusó a Moll de actuar “desaprensivamente” y no tener una actitud “comprometida” en el ejercicio del cargo y con la sociedad de Corral de Bustos.
Testimonios
Vezzaro fundamentó su postura en los testimonios vertidos en la audiencia. Advirtió que Moll no participaba personalmente en la instrucción de las causas, sino que las dejaba en manos de sus empleados, quienes, además, desconocían cuáles eran las que tenían prioridad de juzgamiento.
El jefe de fiscales también le achacó a Moll no haber mantenido un contacto fluido con el personal policial y su falta de disponibilidad en horarios y días inhábiles. “El fiscal debe tener presencia y compromiso con la sociedad”, remarcó Vezzaro.
Otro tramo del alegato fue dedicado al viaje que el acusado realizó a Brasil utilizando una carpeta médica, luego de la quema de los tribunales de Corral de Bustos. Vezzaro echó por tierra que el acusado hubiese utilizado ese viaje “con un fin terapéutico” y advirtió que Moll tenía comprados los pasajes en enero de ese año, antes de solicitar la licencia y después que le negaran esa posibilidad desde la Superintendencia del Poder Judicial.
Las estadísticas presentadas por la Fiscalía General respecto del índice de productividad de Moll fueron puestas en tela de juicio por la defensa que, por el contrario, expuso las que figuran en la página web del Poder Judicial. Mientras para la Fiscalía General en el 2004, Moll recibió 124 actuaciones y resolvió sólo 11, para la defensa ese año la fiscalía de Moll resolvió 149, un total de 13,5 por mes. En el 2005, según la acusación, Moll resolvió 10 causas de 77, mientras que para la defensa, ese año se falló sobre 98.