La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, denunció que en el mundo faltan hasta cuatro millones de médicos, enfermeras y otro personal sanitario, algo que, según dijo, puede afectar directamente la calidad y seguridad de la atención del paciente.
Las expresiones de Chan fueron vertidas durante 29ª Conferencia Internacional de la Sociedad Internacional para la Calidad en la Atención de la Salud, que se está celebrando en Ginebra (Suiza). Allí, la profesional confirmó que la seguridad del paciente está en la agenda de la Junta Ejecutiva del próximo año y de la Asamblea Mundial de la Salud. Y en este sentido señaló que en su abordaje hay que tener en cuenta que la seguridad es un objetivo complejo multifacético que requiere un enfoque múltiple.
“Al igual que cualquier otra disciplina joven, la seguridad del paciente se enfrenta a desafíos. Éstos incluyen la necesidad de cambiar los comportamientos humanos y la renuencia de los médicos a reconocer los errores, de su parte o la de otros”, señaló Chan, no sin antes recordar que, aunque “errar es humano”, hay que reducir el número y la gravedad de los errores que se producen.
En este sentido, destacó aquellos “atroces e imperdonables”, como equivocarse en una cirugía o en la asignación de padre a un recién nacido, que “manchan la imagen de la salud”; y aquellos, “menos sensacionales, mucho más comunes”, como las prácticas de prescripción errónea.
“Lo desconcertante es que los mismos errores siguen ocurriendo una y otra vez. Esto dice mucho acerca de la imperiosa necesidad de hacer de la seguridad del paciente una prioridad para cualquier sistema de salud que funcione bien”, añadió.
A su juicio, estos errores van más allá de la falta de profesionales sanitarios, tienen mucho que ver con que la necesidad de atención es cada vez mayor en el mundo, ya que las enfermedades crónicas no transmisibles están aumentando en todas partes.