Se trata de IF Bio, una empresa que fabrica equipos de biogás para uso doméstico e industrial. Soluciona la problemática de los residuos y reemplaza el uso del gas envasado por una tecnología sustentable.
Por Natalia Riva / [email protected].
Tomar la decisión de dejar de trabajar en relación de dependencia para formar una empresa propia no es fácil. Y el desafío es mucho más grande cuando en la empresa para la que se trabaja se reciben buenos salarios y, además, hay posibilidades de crecimiento. Entonces, ¿qué mueve a una persona a abandonar un lugar cómodo y seguro para dar ‘ese gran salto’ que significa emprender? “Claramente no motiva el dinero, porque tal vez al principio uno gane más trabajando en una empresa. Es una cuestión muy fuerte interna de realización personal de querer cambiar el estado de las cosas y estar convencido de que se pueden hacer las cosas bien”.
La afirmación anterior pertenece a dos jóvenes ingenieros químicos cordobeses que, hace poco más de un año, salieron de su “lugar de confort” y dieron vida a IF Bio, una empresa que “brinda soluciones integrales, responsables e innovadoras en la reutilización de residuos orgánicos y energías renovables”. En pocas palabras, se dedican a la fabricación y comercialización de equipos de biogás para uso doméstico y para la agroindustria.
Los protagonistas son Juan Pablo Corbella y Mauro Barberis (los dos de 32 años) quienes, según contaron a Comercio y Justicia, descubrieron una oportunidad en el segmento de energías renovables. “Si bien es una tecnología que no está muy difundida en este país -ya que somos muy dependientes de la materia energética derivada del petróleo-, estamos asistiendo a un cambio de paradigma porque en el mundo se están acabando las reservas de petróleo y sus derivados, por lo que necesariamente hay que buscar alternativas energéticas”, destacaron los emprendedores que transforman residuos orgánicos en biogás.
Contención y asesoramiento
Claro que el negocio no surgió de la noche a la mañana. En el difícil proceso de pasar de la idea a la acción estuvieron acompañados -y aún siguen- por la Fundación para la Incubación de Empresas de Córdoba (Fide). “Conocimos la existencia de la incubadora y averiguamos cómo hacer para ingresar. Hicimos el taller y cursamos el plan de negocios y nuestro proyecto quedó seleccionado. Sobre todo, nos sirve mucho el asesoramiento diario que recibimos. Hay muchas cosas que un emprendedor solo no sabe cómo hacer y pagar por una asesoría externa es muy costoso. Poder contar, además, con un espacio físico a costo subsidiado es algo muy beneficio en los inicios de cualquier negocio”, puntualizaron los emprendedores, a quienes todavía les queda un año y medio por delante de estar incubados.
Gracias a este espacio, los jóvenes ingenieros pudieron construir un prototipo y consiguieron el primer cliente.
Dos unidades de negocios
Mauro y Juan Pablo se plantearon la empresa con dos unidades de negocios diferenciadas: grandes equipos para establecimientos de cría intensiva de animales, por un lado, y equipos doméstico de menor tamaño, por el otro.
Respecto al primer nicho de mercado, los emprendedores explicaron que los establecimientos agroindustriales (criaderos de cerdos, tambos, avícolas) tiene dos problemas: el primero es el manejo de los grandes volúmenes de residuos que generan los animales y el segundo es el consumo de energía, ya que la mayoría de estos lugares está aislada y, en muchas ocasiones, no le alcanzan las redes eléctricas o de gas. “Con una planta de biogás la empresa puede transformar todo el pasivo ambiental en energía. Y se resuelve, además, un problema sanitario ambiental”, agregaron.
Sobre este sector, los emprendedores aseguran que reciben muchas consultas y aseguran que se trata de un importante mercado potencial: sólo en la región centro del país existen unos 18 mil establecimientos (entre tambos y agrícolas).
Sin embargo, el sector doméstico también se les presenta como “muy atractivo”. La idea es llegar con el equipo más pequeño a familias que residen en sectores aislados de la red de gas natural y que la única opción que tienen es el gas envasado. El resultado de un análisis de mercado realizado por los jóvenes confirma lo anterior. “En la provincia de Córdoba, casi 40 por ciento de la población no tiene acceso al gas natural o a la energía eléctrica. Y si nos vamos al país, ese porcentaje aumenta muchísimo y hasta existen provincias, como Chaco, donde 90 por ciento de su población no tiene acceso al gas natural”, alertaron.
A modo de ejemplo, el precio de un equipo doméstico oscila entre 10 mil y 15 mil pesos y tiene una vida útil de más de 15 años. Sobre esto, los emprendedores aseguraron que están trabajando para bajar más los costos.
Un pie en el mercado
Los primeros clientes y acuerdos institucionalesEste mes fue el despegue de la empresa IF Bio y su primera incursión en el mercado. Y esto lo concretarán gracias a un importante cliente de la provincia de Jujuy. “El objeto de este proyecto es el diseño y ejecución de una planta de biogás para la empresa Aviagro, como sistema de tratamiento de los efluentes que generan las instalaciones de cría de cerdos: 130 madres aproximadamente y mil cerdos, cuyas deyecciones habrá que adecuarlas para ser vertidas según la normativa ambiental vigente”, explicaron los emprendedores, quienes cotizaron el trabajo en 350 mil pesos en una primera etapa.
Según contaron, lo innovador de ese sistema es la generación y aprovechamiento interno de energía renovable, inicialmente en el precalentamiento del agua de caldera que utiliza el establecimiento, y/o uso en pantallas de parideras, como autogeneración de energía en el propio establecimiento, disminuyendo costos por consumo de gas natural.
En palabra de los emprendedores, este primer cliente les sirve de “vidriera” para que sea más fácil la comercialización de sus equipos, ya que la mayoría de los clientes interesados quiere ver un proyecto en marcha antes de cerrar tratos.
En otro orden y con el objetivo de promover el equipo doméstico, IF Bio se asoció con el Instituto de Arquitectura Sustentable del Colegio de Arquitectos de Córdoba para instalar uno de sus productos en una ecocasa que está desarrollando la institución en la localidad de Parque Siquiman. De esta menera, resuelven el tema del tratamiento de los residuos, por un lado, y le dan difusión a sus equipos, por el otro.