La ciudad alberga la mayor cantidad de productores artesanales del país, además de tres plantas y una de las fuentes de aguas más puras elegidas para elaborar la apetecible bebida.
Santa Fe resguarda una profunda tradición cervecera. Sus inmigrantes hicieron de la cerveza el producto cultural y gastronómico más representativo de la región.
La ciudad alberga la mayor cantidad de cerveceros artesanales del país, además de tres plantas cerveceras y una de las fuentes de aguas más puras elegidas para elaborar la mencionada bebida.
Por tal motivo, resulta imperdible adentrarse en los detalles de esta pasión, visitando el primer polo cervecero del país, recientemente inaugurado.
El nuevo espacio comprende un patio cervecero de características únicas, el museo “Casa de la Cervecería”, la lisería y la planta de la Cervecería Santa Fe. A este emprendimiento, que sintetiza la arraigada costumbre de la provincia, es posible visitarlo recorriendo la fábrica en el formato de visita guiada, aprendiendo en el museo sobre la historia de la bebida y degustando el famoso “liso” .
El polo cervecero terminó de consolidarse el año pasado, cuando CCU Argentina, la segunda compañía cervecera más grande del país, invirtió 750.000 dólares en su construcción y en la remodelación y puesta en valor de la Casa de la Cervecería, un museo que ilustra la historia del apetecido elixir.
“El polo cervecero es un valioso aporte al patrimonio de la provincia y ayudará a transmitir la tradición de la cerveza que es parte importante de los distintivos culturales de sus habitantes”, comentó Eduardo Cetta, gerente industrial de la compañía.
El lugar funciona también como centro gastronómico donde se sugiere degustar los platos autóctonos, especialidades alemanas, picadas tradicionales y sándwiches de hasta 70 centímetros de largo.
Todos los platos maridan con el famoso liso, una manera de beber cerveza que existe únicamente en Santa Fe, en un vaso de 255 cm3, liso y sin rugosidades, que permite apreciar mejor las cualidades de una buena cerveza: color, sabor y aroma; y además, conserva perfectamente su temperatura.
El complejo tiene una capacidad para 700 personas y homenajea a los antiguos patios cerveceros de la ciudad, que nacieron a mediados del siglo XIX cuando italianos, polacos, suizos, croatas, checos, eslovacos y alemanes, entre otros, se establecieron en la provincia argentina.
Para su construcción se recuperaron el adoquinado original, las rejas, el ladrillo visto, entre otros materiales de época, a la vez que se sumó una galería con calefacción, aventado corredizo y acceso para personas con discapacidad, en donde el cliente puede sentarse en bancos que recuerdan las antiguas estaciones de ferrocarril.
El mobiliario del patio está fabricado según modelos utilizados antaño. En el centro se destaca una glorieta construida de manera artesanal por herreros locales, escalinatas en mármol de Carrara, decks y pérgolas de madera. Se cuidó especialmente la iluminación con guirnaldas de bombillas, faroles estilo antiguo y proyectores. En el exterior un elaborado trabajo de paisajismo le da el marco de patio, en el cual el arbolado juega un papel fundamental.
Uno de los pioneros en establecer un patio cervecero en la ciudad fue Otto Schneider, quien trajo la costumbre de su Alemania natal. Don Otto fue, precisamente, el primer maestro cervecero de la Cervecería Santa Fe.
La Casa de la Cervecería
El museo “Casa de la Cervecería” es un espacio histórico que funciona en la casona construida en el año 1912 y reemplaza al anterior museo emplazado en la planta aledaña. La casona servía en la antigüedad como vivienda del gerente de la planta y su familia, y alrededor de ella fue creciendo el barrio Candioti.
En su interior se recorre la historia de la cerveza en el mundo y específicamente en Santa Fe, y de la cervecería que lleva el mismo nombre. A lo largo del recorrido afloran los casi cien años de vida de la planta, sus relatos, las vivencias socioculturales de la cerveza, la historia del liso, y los antecedentes de Santa Fe como tierra de cerveceros.
También el nacimiento y las recetas de las marcas más emblemáticas de la cervecería: Santa Fe y Schneider.
En la planta alta se puede conocer la vida de Otto Schneider, ingresando en una sala que recrea su antigua oficina. Allí, se puede disfrutar del documental que realizó el historiador Gabriel Di Meglio sobre el pionero de la cultura cervecera nacional, creador de la Cerveza Schneider y fundador de dos cervecerías en la ciudad de Santa Fe.
En la planta alta del museo, el visitante puede entender más acerca de los orígenes de la cerveza en la humanidad y conocer sobre el extenso mundo de esta bebida.
La lisería
En la lisería se comercializa la cerveza recién elaborada, especialmente la de barril que se adquiere para consumo en el hogar, una costumbre típica de los santafesinos que no se practica en ninguna otra parte del país.
La planta elaboradora, próxima a cumplir cien años, es hoy una de las más modernas de Sudamérica. Allí se fabrican las marcas Santa Fe, Schneider, Heineken, Budweiser, Córdoba e Imperial, de acuerdo con sus distintas recetas cerveceras.
En Cervecería Santa Fe trabajan 400 personas y se exportan las marcas Schneider, Heineken y Budweiser a los distintos países del Cono Sur: Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile. La compañía es una de las principales exportadoras de cervezas de la Argentina.
Recorrido espumante
– El Polo Cervecero envuelve la historia, tradición y costumbres de la elaboración de la cerveza.n Está compuesto por: la Casa de la Cervecería, el Patio de la Cervecería Santa Fe, la planta Cervecería Santa Fe y la “Lisería”.
– Abierto de Lunes a Domingo de 9 a 19 (reservar previamente al 0342 450 2201 ó 450 2234). Es importante vestir calzado cerrado y pantalón largo. No se permite el ingreso con alimentos ni bebidas, ni a menores de 18 años.
– La visita es totalmente gratuita